Descubriendo La Ribeira Sacra
Qué visitar en la Ribeira Sacra
La Ribeira Sacra ha sido uno de los mayores secretos que los gallegos nos tenían guardados al resto de los mortales. Situada entre Orense y Lugo, el tramo final del río Sil es el que da forma a estas montañas y forma los fiordos manchegos más bonitos que se puedan ver. No en vano, las paredes del cañón que el río deja al pasar se elevan a más de quinientos metros, formando suaves curvas a paso del agua, dejando magia en el ambiente.
En este post te proponemos algunos de los lugares más bonitos que puedes visitar en la Ribeira Sacra: Aquí encontrarás información sobre la historia de la Ribeira Sacra, su tradición vinícola, sus monasterios, algunos de los pueblos más bonitos de la zona y por supuesto te hablaremos de una ruta de senderismo que realizamos en nuestro paso por estas tierras. Un lugar que lo tiene todo para pasar tus vacaciones.
Qué visitar en la Ribeira Sacra.
1. Acercarte a alguna bodega de vino en la Ribeira Sacra
Nos tenemos que remontar a la época romana para encontrar a los primeros habitantes de la zona del río Sil; aquí cultivaron sus viñedos los guardianes del Dios Baco, dejando el suelo preparado para futuras generaciones de agricultores y enólogos en estos lares; por algo la calidad de los vinos que aquí se obtienen son de gran calidad.
El microclima de la zona y la inclinación de sus campos hace posible que se cultiven especies autóctonas únicas en el mundo, como la uva Mencía, insignia de la Ribeira Sacra, o la uva Albariño, o Godello, todas exclusivamente gallegas y difíciles de encontrar en otras partes del mundo. En nuestras vacaciones visitamos un par de bodegas, Regina Viarum y Ponte da Boga, ambas son muy recomendables, y también muy distintas.
La bodega de Regina Viarum tiene un toque más moderno; está situada junto al río Sil, lo que te permite terminar la visita tomando una copa de vino en el mirador que allí tiene ubicado la bodega. La atención fue excelente y tienen muy buenos vinos.
Las bodegas de Ponte da boga se encuentra ubicada cerca de Castro Caldelas, por lo que puedes hacer coincidir tu visita a este pueblo con la visita a este lugar. Esta bodega está muy volcada en la sostenibilidad; allí hicimos una visita a pie a sus campos y también una cata de vinos en plena naturaleza. No sabría deciros cuál de las dos bodegas nos gustó más. Fueron visitas distintas.
https://pontedaboga.es/
2. Hacer rutas de senderismo en la Ribeira Sacra
Aunque sabíamos que íbamos a una zona rural, la Ribeira Sacra nos sorprendió gratamente con sus paisajes; los bosques de robles y castaños nos proporcionaban sombra en nuestros andares por estas tierras. También la fauna es parte del encanto de la Ribeira Sacra, sin contar con la variedad ornitológica que aquí vamos a encontrar.
Las rutas de senderismo que se pueden encontrar en la Ribeira Sacra son infinitas: algunas son antiguos caminos de contrabandistas; otras tienen un origen más triste, siendo los pasos por donde llevaban a los esclavos a la costa. Por lo que vimos puedes encontrar rutas con todos los niveles de dificultad. La ruta elegida por nosotros fue Fervenza de Aguas Caídas (siempre que leas fervenza significa cascada en gallego). Esta ruta es de dificultad baja; solo tiene una última parte de bajada con un poco más de complicación. El resto es facilita. Ten en cuenta que es mejor que lleves tu equipo de senderismo para hacer esta o cualquier otra ruta.
PD: Muy cerca de allí tienes el monasterio de las Bernardas, por donde te animo a pasar y a probar algunas de las pastas que ellas mismas hacen.
La otra ruta que hicimos fueron las Pasarelas de Mao, que es espectacular. Esta es todavía más fácil, ya que se accede a través de pasarelas de madera. Al final llegamos a una pequeña aldea, donde ya dimos la vuelta de regreso.
Las pasarelas de Mao están muy cerca del monasterio de Santa Cristina, uno de mis monasterios favoritos. También el balcón de Madrid está a tiro de piedra.
3. Descubrir el Escorial Gallego: Monforte de Lemos
Ribeira Sacra tiene su centro en una de las ciudades más interesantes y con mayor historia de Galicia: Monforte de Lemos. En medio de campos de viñedos de uva Mencía, sobre el monte de San Vicente, los romanos llamaron a la atalaya donde se situó “Castro Dactonio”. Esta atalaya todavía existe en la actualidad; desde aquí podemos contemplar la ciudad medieval que un día Monforte de Lemos fue, cuando rodeada de las murallas el castillo defendía la ciudad.
Hoy nos quedan muchos restos de aquél pasado de esplendor, y todavía el castillo sobresale en todo el valle de Lemos, desde donde contemplamos el río Cabe y su paso por la ciudad.
Como todas las ciudades con un pasado importante, Monforte de Lemos también ha tenido sus leyendas y su personaje ilustre; fue el Cardenal Rodrigo de Castro el que daría forma al colegio que muchos nombran El Escorial gallego, por su parecido y arquitectura herreriana tan similar al lugar de recogimiento de Felipe II.
Muchos son los restos arquitectónicos que aquí vamos a encontrar, como el puente medieval, o el pazo Muiños de Antero, o el museo de arte sacro que las Clarisas se llevan la palma.
Lo ideal es empezar por la parte más alta de la ciudad, donde se encuentra el hoy parador de turismo. Es aquí donde la escritora Dolores Redondo encontró la inspiración para su novela “Todo esto te daré”, que ha dado fama a Monforte y todos los alrededores. El parador se encuentra situado en lo que fuera el palacio de los Condes de Lemos. Junto con el Monasterio de San Vicente du Pino y la torre del homenaje, estamos en el conjunto monumental de San Vicente du Pino.
Desde aquí es posible bajar andando, atravesando lo que fue el barrio judío en la antigüedad, hasta llegar al centro de Monforte de Lemos. Aquí encontraremos un edificio muy especial, el Colegio de los Escolapios. El edificio tiene una fachada de más de 100 metros de largo, y es este edificio el que le ha valido el nombre de “Escorial” a la ciudad. En la puerta puedes preguntar por las visitas guiadas, que te llevarán a ver obras de El Greco o de Andrea del Sarto. La construcción del edificio comenzó en el 1593.
Ni qué decir tiene que Monforte es el centro del vino de la Ribeira Sacra, así como un importante núcleo en el mundo del ferrocarril.
5. Hacer una ruta y visitar los Monasterios de la Ribeira Sacra
Uno de los tesoros que encontramos en la Ribeira Sacra son los monasterios, uno de los mayores tesoros de esta zona.
Los monasterios que pueblan estos lares se encuentran rodeados de arte, de historia antigua que los vio nacer, de bosques que los bordean y donde antes la magia ocupaba gran parte de la mente de los lugareños. Rivoyra Sacrata fue el documento en 1124 donde ya la reina de Portugal, Doña Teresa, hablaba de la gran cantidad de monasterios que había encontrado en estas tierras y las ermitas de los valles del Sil y del Miño. Hasta aquí llegaban los monjes en busca de tranquilidad para meditar y llevar una vida de recogimiento. Muchas fueron las órdenes religiosas que desde el siglo V vivieron en Galicia, sobre todo en esta zona. Gracias a ellos, el patrimonio cultural e histórico que hoy se conserva es mucho. Los monasterios de la Ribeira Sacra son numerosos, y en nuestra visita veremos algunos de los más representativos.
Monasterios que no puedes dejar de visitar en la Ribeira Sacra
1. Monasterio de San Pedro de Rocas
Corría el año 573 de nuestra era cuando seis jóvenes heredaban la zona del monte Barbeirón, donde el monasterio se encuentra ubicado. Este sería el inicio de la vida en comunidad en lo que hoy se conoce como San Pedro de Rocas. Con el paso del tiempo, y la llegada del siglo IX, Gemodus sería el encargado de restaurar el antiguo monasterio, ya en tiempo de Alfonso III. A partir de ahí, la vida del monasterio continuaría de modo independiente, no siendo hasta el siglo XV cuando los benedictinos se agruparían y San Pedro de Rocas quedaría como el centro administrativo de la orden en la zona. La antigua parroquia dejaría de existir, en su lugar los monjes serían los encargados de su cuidado hasta siglos posteriores.
Los numerosos incendios que se sufrieron a lo largo de siglos diezmaron el monasterio, y ahora solo podemos visitar la Casa Prioral, un edificio del siglo XVII que ocupa el lugar donde el antiguo monasterio estuvo.
La iglesia del monasterio, del siglo XII, es lo más relevante, pero también lo son las tres cuevas donde vivían los seis varones antes de empezar a construir.
Una visita al interior del recinto de la iglesia nos mostrará un mapamundi de la época románica único, el cual describe la diáspora apostólica. Cerca del monasterio visitaremos la fuente de San Benito, cuyas aguas son milagrosas. Dice la tradición que, si tenemos una verruga y la metemos en el agua, al rezar un Padrenuestro la verruga desaparece
2. Santo Estevo de Ribas de Miño
En el siglo VIII el obispo Odoario decidió repoblar esta orilla del río Miño. En un entorno único este monasterio nos habla de mucha historia previa a su construcción, y nos da una idea de los elementos decorativos que en la Ribeira Sacra han venido siendo utilizados.
Lo mejor es verlo para hacerse una idea de por qué Anto Estevo de Atan ha sido declarado Monumento Nacional. San Estevo pertenece a Nogueira de Ramuin, donde estamos alojadas. La restauración del edificio fue posible gracias a que se convirtió en Parador Nacional.
A pesar de que son muchos los visitantes que recibe, Santo Estevo sigue teniendo sus leyendas… Con diferencia es el monasterio más monumental de nuestro viaje.
3. El monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil
Hay lugares espectaculares, y uno de ellos está situado en el souto de Merilán, hablamos del Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil. De orden benedictina, el monasterio de Santa Cristina fue uno de los más importantes de la Edad Media; su posición como lugar de paso la hacía punto estratégico, y el cultivo de la vid y del castaño por sus monjes un lugar visitado por muchos. Muchas son las historias que nos podrían contar sus restos.
5. Súmate a las experiencias en la Ribeira Sacra
Sin duda recorrer el cañón del Río Sil en catamarán es una de ellas. Es un placer después de un largo día viajero por fin tener un poco de paz, mientras vamos viendo las pequeñas plantaciones de viñas en las laderas del río Sil. Otra actividad son los paseos en globo por el cañón, que se realizan a primera hora de la mañana.
6. Visita Pueblos de Cuento en la Ribeira Sacra: Castro Caldelas
La ribera del río Edo tiene una colina sobre la que se sitúa un pueblo de paredes blancas, de castillos invencibles y de pasado medieval; es aquí donde el pequeño pueblo de Castro Caldelas nos sumerge en una época de condes, caballeros y plebeyos.
El castillo que ahora contemplamos data del siglo XIV. Sería entonces cuando Pedro Fernández de Castro, el conde Lemos VII, decidiría construir una vivienda que además de ser su morada sería una fortaleza medieval. A pesar de que se cree que el castillo no era la primera construcción de la colina, hoy en día es el edificio más visitado de Castro Caldelas.
Otros pueblos de interés cerca de la Ribeira Sacra
Muy cerca de la Ribeira Sacra, pero sin formar parte de los territorios que la conforman, se encuentra Xunqueira de Ambia, uno de los pueblos que más me gustó. Aquí escuchamos un concierto de música antigua dentro de su iglesia. Xunqueira de Ambia es un pueblo por donde pasa el Camino de Santiago, pero que no es demasiado conocido, pese al enorme patrimonio cultural y artístico que tiene.
Otro pueblo que se ha puesto dentro de mi lista de pueblos preferidos de España es Allariz. Este lugar es precioso. Mucho más turístico, pero sin un turismo masivo, te lo recomiendo sobre todo en verano, cuando es posible darte un baño en el río.
Donde pernoctar
Nosotras dormimos en Luintra, un pequeño pueblo que pertenece al concejo de Nogueira de Ramuin. Nuestro hotel estaba situado en el centro mismo y se llama Hotel Forxa. Tengo que decir que este hotel es un pequeño hotel limpio, muy ordenado y totalmente recomendable. Mari Carmen, la encargada, nos estuvo preparando todos los días unos desayunos estupendos.
Conclusión de nuestro viaje por la Ribeira Sacra.
¿Os ha pasado alguna vez que os han recomendado mucho un sitio y que no sería para tanto? Así me pasó a mi con la Ribeira Sacra. Aunque esperaba que me gustara, no esperaba que un pequeño territorio pudiera albergar tanto patrimonio artístico, tantos lugares de montaña y tan preciosos, ni tantas sorpresas. Sin duda, un lugar para repetir
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