Viaje a Etiopía
Lalibela, antigua capital etíope y sus iglesias excavadas en la roca.
Festival del Timkel o la Epifanía Etíope
Cada año se celebra en Lalibela el festival del Timket, también llamada la fiesta de la Epifanía. Esta celebración etíope conmemora el bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el río Jordán, siendo el día señalado el 19 de enero, aunque los años bisiestos la fiesta pasa a celebrarse el 20 de enero. Durante los días previos al evento es fácil encontrar gentes de toda Etiopía caminando hacia Lalibela, el lugar más especial de este país. La fiesta de Timket no se celebra solo en Lalibela, aunque es donde nosotros coincidimos con los preparativos; también las ciudades de Gondar, Addis Ababa o Axum conmemoran la fiesta más importante de la Iglesia Ortodoxa Etíope.
No hay que confundir la Epifanía etíope con la celebrada por la Iglesia occidental; ésta se celebra cada 6 de enero y es entonces cuando llegan los Reyes Magos de Oriente. El Rey Baltasar es para los etíopes un rey, el rey Bazen.
Nuestra llegada a Lalibela coincide con los preparativos del Timkat. A pesar de que es nuestra última parada, no llegamos siquiera a ver la fiesta previa, el Ketera, que es cuando se celebran coloridas procesiones a través de los ríos y lagos. Los llamados Tabots o réplicas de las Tablas de la Ley acompañan todas las procesiones. También durante la noche se celebran ceremonias, hasta la llegada del día grande o Timket. Es entonces cuando se renuevan los votos del bautismo y el agua tiene el poder de purificarlo todo. La fiesta de la Epifanía etíope es un evento único que se vuelve todavía más especial si lo vemos en Lalibela
Lalibela en Etiopía
Existe una ciudad en el norte de Etiopía aislada del mundo. construida entre montañas, en una zona árida y agreste, Lalibela esconde once iglesias excavadas en la roca. Las construcciones tienen más de mil años de existencia. Cuenta la leyenda que fueron los ángeles los artífices de esta construcción.
La historia de Lalibela.
La ciudad de Lalibela se encuentra en la región de Amhara, a una altitud de 2500 metros sobre el nivel del mal. Estamos ante la ciudad más sagrada en Etiopía, seguida solamente por Axum, donde se cree están las Tablas de la Ley, y un centro importante de peregrinaje. La Iglesia Etíope Ortodoxa tiene un papel importante es esta ciudad. No en vano, Etiopía fue ya desde el siglo IV un famoso centro cristiano; siendo uno de los primeros países que adoptó la religión de Jesús, las raíces con Etiopía se remontan a la época de los Apóstoles y sus descendientes. Sería poco después del siglo IV, durante el reinado de Gebre Mesgel Lalibela (siglo XI), cuando se construírian las famosas iglesias excavadas en roca.
Llegamos al hotel que habíamos elegido en la guía (lo habíamos elegido nosotros mentalmente, pero no habíamos reservado nada), está lleno. En el segundo que visitamos tenemos un poco más de suerte, y es que al dueño le da tanta lástima ver a dos turistas sin reserva que nos da una habitación que no pensaba alquilar esos días, menos mal.
Visita a las Iglesias de Lalibela
Las vistas de Lalibela son de otro mundo. Un vistazo por nuestra terraza nos muestra un paisaje de montañas infinitas, donde parece que el sol no se va a esconder (en los días posteriores veremos que no solo se esconde, sino que los atardeceres en la Lalibela son únicos).
Nos ponemos en marcha y como en todos estos lugares, al poco ya tenemos a alguien que nos quiere explicar las iglesias y sus construcciones. Como nosotros también estamos por la labor, fijamos un precio y pasamos el día con nuestro improvisado guía.
Historia de las Iglesias de Lalibela
Nos tenemos que remontar a los tiempos del líder musulmán Saladin, allá por el 1187 de nuestra era; en aquellos tiempos, la peregrinación a Tierra Santa era una constante, y también los etíopes hacían su peregrinaje hasta Jerusalén. Fue en aquel año que la vieja Jerusalén sería tomada por los musulmanes, haciendo casi imposible el viaje hasta allí. Durante varias décadas el viaje a Tierra Santa era más que arriesgado para los etíopes; su paso hacia Israel llevaba consigo el paso de varios lugares de culto a Mahoma, haciendo que muchos perdieran la vida en la misión.
Los tiempos en que se fundó Lalibela era la dinastía Zagwe la que reinaba, siendo aquel año Gebre Mesqel Lalibela en cuestión. El rey no se lo pensó dos veces, y decidió crear una Nueva Jerusalén, de este modo sus habitantes no tendrían que hacer el peregrinaje a lugares lejanos y podrían practicar su religión.
Las iglesias de Lalibela son Patrimonio de la Humanidad desde el año 1978. El nombre de Lalibela se debe al rey que la mandó construir, pero no era ese su nombre en un principio, sino Roha. El rey había viajado a Tierra Santa en su juventud, por lo que incluyó muchos detalles en su nueva ciudad santa.
Las Iglesias Ortodoxas de Lalibela.
Pocos lugares sigue habiendo en el mundo con una fe tan férrea como la que los etíopes muestran hacia su religión. De hecho, muchos afirman que Etiopía fue el primer país en adoptar el cristianismo, allá por el 330 antes de Cristo. El paso de Iglesia a Iglesia nos muestra una gran devoción entre los lugareños. Cada iglesia se encuentra hundida en la tierra, unos 50 metros bajo el suelo, estando completamente cavadas en los bloques de roca. Por dentro son muy sencillas, y están dedicadas al culto y la oración. Existen también pasadizos secretos que comunican unas iglesias con otras, y otros no tan secretos, creados para los peregrinos.
Las iglesias están construidas en forma de cruz. A día de hoy, su construcción sigue siendo un misterio; la teoría más racional es que fue el emperador de Etiopía, el rey Lalibela, el que mandó construirlas; también se dice si fueron los Templarios… Los más osados hablan de ángeles al servicio del rey que construyeron todo el complejo en una noche… Sea cual sea la realidad, ahora mismo tenemos 11 iglesias en pie. Es posible visitarlas todas, pero con respeto, sin armar jaleo y respetando los turnos de entrada: la visita a las iglesias hay que hacerla poco a poco, para que no se llenen y molesten a los que las visitan para rezar.
Dentro de las iglesias veremos pinturas de muchos personajes bíblicos conocidos, muchos elementos de la iglesia ortodoxa nos recordarán otros viajes de antaño. Las iglesias de la antigua capital etíope se dividen en cuatro grupos, según su posición geográfica. Es posible verlas en un día o dos, si se camina lo suficiente, no todas ellas están cerca, pero merece la pena disfrutarlas poco a poco.
De entre todas destaca la llamada Biete Giyordis; su cruz copta es claramente visible desde arriba, su conservación es espetacular. Biete Medhane Alem es la iglesia monolítica más grande del mundo, pero se encuentra gravemente dañada y protegida por la Unesco, pero no por ello deja de ser bella.
Cada una de ellas tiene su encanto. La visita a la que fue la capital de Etiopía en siglos pasados nos ha dejado huella.
El restaurante Ben Abeba
Para terminar, y después de muchos días de viaje nos acercamos a un restaurante que hemos descubierto gracias al amigo Google; y es que hasta este lugar tan apartado se mudó Susan Aitchison hace ya mucho tiempo; esta escocesa llegó a Lalibela y decidió no volver a su país. Desde el restaurante que regenta, el Ben Abeba, es posible no solo disfrutar de comida etíope, sino también de algunos placeres más occidentales, pero, sobre todo, de una maravillosa puesta de sol.
Después de nuestra visita descubrí que además de un magnífico restaurante Susan Aitchison también contribuye en Etiopía con otras iniciativas, por ejemplo, con la fundación que lleva su nombre, y que en tiempos del coronavirus ha facilitado 45 becas a estudiantes etíopes. Con este dinero muchas familias sin medios han podido subsistir en estos tiempos tan difíciles. Sin duda una gran iniciativa.
Despedimos Lalibela con una cerveza en la mano y una puesta de sol, teniendo en mente al primer europeo en ver estas iglesias, el portugués explorador Pedro da Covilha, en el siglo XV. Me hubiera gustado ver su cara cuando vio todo esto.
Web restaurante Ben Abeba: http://www.benabeba.com/lalibela/Home.html
Web de Susan Aitchinson : http://www.susanaitchisonscholarshipfund.org/
Precioso relato de este lugar que debe ser único. Lalibela y las Cataratas del Nilo Azul son dos lugares que me encantaría conocer y llevan años puestos en deseos viajeros. Un abrazo viajero enorme.
Te encantaría este país Pilar, es un lugar totalmente diferente a lo que conocemos. Un abrazo muy grande.
Precioso! Me encantan los lugares de peregrinacion! Curioso que la Epifania la celebren a mitad de enero y que se diga que fue el primer país en adoptar el cristianismo, ya que tenía entendido que fue Armenia. Un saludo
La verdad es que tenía muchas ganas de visitar Etiopía y no me defraudó. Etiopía es única; tienes paisajes, aventura, cultura, historia, naturaleza… Lo del cristianismo supongo que todos los países dicen lo mismo, que son el primero. Un abrazo
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