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Eje cafetero Colombia

Qué ver en el Eje Cafetero de Colombia II

 

 

Qué ver en el Eje Cafetero de Colombia

Salento y visita a la Plantación de café El Recuerdo

Pueblos del Eje Cafetero: Salento

No te puedes ir sin visitar alguno de los pueblos de esta área: los más bonitos son Salento y Filandia: Salento está más explotado turísticamente y tiene mayor número de visitantes; Filandia es más pequeño, más tranquilo y menos turístico. En ambos puedes encontrar alojamiento, aunque la oferta en Salento es muy variada, te recomendamos no ir en los días de Navidad y el Fin de Año, ya que son los días de vacaciones anuales de los colombianos y lo vas a encontrar repleto de turistas.

Nuestra elección pasó por alojarnos en Salento, y fue una elección en cuanto a poder desplazarnos cómodamente en Willis a todos lados.

 

Finca Cafetal El Recuerdo

Precio entrada: 15.000 pesos

No habíamos decidido qué finca íbamos a visitar, y la verdad, la elección no pudo ser más acertada; al llegar a los willys la chica de los tickets nos preguntó a qué finca íbamos; así nos enteramos de que prácticamente eran seis las opciones; dos muy grandes y más comerciales, dos menos comerciales de tamaño mediano, y dos pequeñitas. Nos quedamos con las de tamaño mediano que no eran tan comerciales, y entre ellas, decidimos El Recuerdo, quizás porque el nombre sonaba mejor, quién sabe. El caso es que bajamos del Willy junto con 4 personas más que también iban a la finca. Andrés nos recibió y empezamos enseguida la visita; como había gente en el grupo que habíamos formado que no hablaba español, la hicimos en inglés.

 

La finca El Recuerdo no es solo un cafetal, sino también una experiencia y un lugar donde es posible conocer más sobre la flora de la región y las plantas autóctonas. La visita empieza con la historia del café; son muchos los que piensan que el café empezó a cultivarse en Colombia, cuando lo cierto es que tiene su origen en Etiopía; de allí se exportó a Yemen, donde viajó a Holanda; Martinica, México, Colombia, Venezuela y Brasil fueron sus siguientes destinos.

 

Si nos centramos en la zona colombiana, el éxito del café se debe en gran parte a los esclavos de Antioquía. Estos fueron llegando al valle sin nada en sus bolsillos, y gracias al cultivo del café pudieron tener sus tierras y algunos llegaron a hacerse ricos. Es así como creció una clase media que no existía anteriormente en Colombia.

En Colombia, al contrario que en otros grandes productores a nivel mundial, todo se sigue haciendo manualmente, debido a la orografía principalmente. En la actualidad ellos principales productores de café son Vietnam, seguido de Brasil, y por último Colombia.

 

Las plantas del café en Colombia dan frutos todo el año. Los frutos se separan manualmente. Este es el método para podernos dar cuenta de cuándo el café está malo; hay veces en que los granos tienen una mancha negra, ésta significa que dentro hay un insecto; este tipo de granos no se separan para preparar café de menor calidad.

 

El cultivo del café en la finca el Recuerdo, Salento

En la finca encontramos muchos árboles altos que actúan como protección de los cafetales para la lluvia, el sol y cualquier inclemencia del tiempo. En El Recuerdo no existe solo una variedad de café, sino varias; esto provoca que el suelo sea más fértil, y que haya más simbiosis entre los árboles y algunos insectos como los pequeños angelitos, que son colmenas de abejas pequeñísimas sin aguijón; también encontramos nidos de colibríes.

 

Como curiosidad descubrimos que una planta de café empieza a dar frutos al tercer año de su plantación, y tiene una vida de 24 años aproximadamente.

Para todas las construcciones se usa el Guadua, que es el bambú autóctono de Sudamérica y el más fuerte de todos los tipos de bambú.

 

Nuestro guía Andrés nos estuvo explicando todo esto al tiempo que íbamos recorriendo la plantación; es curioso como visitar una plantación de café puede llevar a descubrir tantas cosas entorno a este cultivo. Además de enseñarnos tanto sobre las plantas autóctonas que crecen aquí, estamos en una zona de montaña preciosa, y antes de terminar pasamos por un mirador donde nos detuvimos un rato.

 

El edificio donde se separan los granos del café y las viviendas de los trabajadores en la época de recogida fueron nuestras últimas visitas a la plantación, antes de llegar al área de descanso donde probamos el café.

A la vuelta, y en vista de que no llegaba ningún Willy en el que subir, terminamos en otro que nos subió a los 6 y nos llevó hasta las afueras de Salento, mientras el copiloto intentaba vendernos alguna otra excursión.

 

Rose

Cuando empecé a viajar, hacía ya mucho tiempo que quería hacerlo, pero no sabía cómo ni cuándo. Solamente un pequeño empujón hacia Laos, y mi destino estaba claro: mi vida era viajar… con el tiempo, me he dado cuenta de nada te aporta tanto, te enseña tanta humanidad y te otorga tanta comprensión, como el viajar. Cada viaje te acerca a una cultura y personas distintas, pero que al final, son tan humanos como tú. Los viajes son una lección de vida, así que cuando empieces, no volverás a ser la misma persona, no lo olvides…

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