Gyeongju en Corea del Sur
Si Seúl era todo neón y vanguardismo nuestro siguiente destino desprende otro aroma: Gyeongju, Kyongju para los locales, es para muchos un museo sin paredes. Así nos lo parece también a nosotros, a nuestra llegada en cómodo autobús local desde la capital coreana.
Nos desplazamos al sur, concretamente a la costa este, donde al contrario de todas nuestras previsiones, hace todavía mas frio que en Seúl. Aquí tropezamos con un viento siberiano no apto para españoles deseosos de ver monumentos. A pesar del inmenso frio, la pequeña ciudad de 260000 habitantes parece llena de vida. Las famosas tumbas conviven junto con una ciudad llena de peluquerías, restaurantes coreanos típicos, tiendas de electrodomésticos y panaderías locales que fabrican un pan especial, que al parecer no se fabrica en ningún otro lugar de Corea del sur.
Historia de Gyeongju
A día de hoy, Gyeongju es de visita obligada para cualquier visitante de Corea del Sur. La ciudad fue capital del Gran reino de Silla entre los años 668 y 935 a.C. más de 1000 años donde se unificaron tres reinados para formar una gran potencia. Sería Pak Hyeokgeose el que haría de Gyeongju su capital y centro del reino de Silla.
Unificar los tres reinos significó prosperidad para la ciudad que visitamos hoy; el centro de vida de Corea pasó a ser Gyeongju, que vio pasar comerciantes venidos de China, Japón o la más lejana Arabia. Por barco o tierra, todos terminaban conociendo el puerto de Ulsan, a tan solo 40 kilómetros de Gyeongju, y conociendo la esplendorosa ciudad coreana. También la Ruta de la Seda le haría un hueco a Gyeongju; oro, plata, gemas, pieles y muchos otros objetos preciados llegarían desde Persia pasando por China para quedarse en la hoy Corea del Sur.
Llegada del budismo a Corea del sur
Además de ser una ciudad histórica, Gyeongju también fue el lugar donde el budismo hizo su aparición; sería en el siglo V y a través de la ya mencionada Ruta de la Seda, donde por China llegaría Muk Ho-ja, uno de los monjes que llegados desde la India viajaría hasta el reino de Silla en aquel momento. Además de Muk Ho-ja también se han encontrado textos que hablan del monje Hyecho, cuyo viaje a la India desde Gyeongju traería consigo el budismo más tarde, en el siglo VIII. Por uno u otro, lo que si está claro a día de hoy, es la existencia de Bulguksa, al este de la ciudad. Este tempo es uno de los tesoros coreanos y el más importante de la edad de oro en reino de Silla.
A pesar de que Gyeongju recibió mucho a través de la Ruta de la Seda, también hizo sus aportaciones al mundo, sobre todo a través de la artesanía. Ejemplo de ello sería cómo la técnica de la filigrana, originaria de Egipto, pasaría en el reino de Silla a trabajar metales preciosos. También el trabajo artesanal del oro y la plata tendría sus artesanos y técnicas propias en la ciudad.
¿Qué esperar de Gyeongju?
Muchos se preguntarán por qué ir a Gyeongju; la respuesta es clara: si eres un amante de descubrir los patrimonios de la Unesco, aquí tienes varios; ya en el 1995 el templo de Bulguksa y la cueva de Seokguram pasarían a ser parte del patrimonio declarado por la organización cultural. Más tarde, en el año 2000, sería la propia ciudad de Gyeongju y sus áreas históricas.
Si no eres un amante de los patrimonios como yo, aún así no te va a defraudar: Gyeongju contiene unos templos únicos, tengan o no la etiqueta de patrimonio cultural; y la ciudad histórica merece un día de tu viaje a Corea del Sur. Muchos y muchas hacen un viaje de ida y vuelta en un día; te recomiendo que te pernoctes allí si tienes posibilidad: después de la frenética Seúl agradecerás un día de sosiego; además Gyeongju conserva un ambiente muy auténtico, que te hará conocer mejor la vida del país coreano.
Por donde empezar para visitar la ciudad de Gyeongju
En Gyeongju vas a encontrar los restos más importantes de templos y palacios de la dinastía Silla; mucho de lo que queda de los siglos VII al siglo X permanece aquí. También los restos de la dinastía Joseon, posterior a la anterior, se pueden visitar aquí. Sobre todo, Gyeongju es un centro de arte budista coreano, que se puede observar en sus pagodas, relieves en templos y palacios, y en muchos pequeños detalles que aquí se conservan bastante bien.
Las visitas a las tumbas de la ciudad, se puede realizar sin ningún problema paseando. Para el resto, es necesario un tour con el bus de la oficina de turismo o bien ir cogiendo autobuses. Debido a la falta de tiempo, optamos por la primera opción
¿Qué ocurre si no me gusta el patrimonio pero si la gastronomía?
Pues si este es tu caso no te preocupes ni lo más mínimo, porque has llegado al lugar perfecto para disfrutar: Gyeongju es el paraíso de los foodies y enamorados del paladar; no solo eso, aquí encontrarás todo tipo de restaurantes y comidas; también el pan de Gyeongju o el beopju, un licor coreano típico, proviene de Gyeongju
El complejo funerario de Daereungwon
Si hay algo que sorprende mucho al llegar a la ciudad de Gyeongju son las montañas que parecen poblarla; pero no son tales, estamos ante el complejo de tumbas de Saereungwon, que contiene las tumbas de reyes y nobles del reinado de Silla. En total son más de 23 tumbas localizadas en Cheonmachong y Hwangnamdaechon. Solo en el primer grupo podrás ver en una de ellas cómo estaban pintadas (es la única que queda con pinturas). La tumba te dará una idea del nivel de vida de los reyes de la dinastía en cuestión.
No hace falta que busques mucho para encontrarlas, ya lo verás.
Qué ver en Gyeongju, Corea del Sur
Bulguksa y la cueva de Seokguram
Seguramente lo más espectacular de Gyeongju se encuentra aquí, y no es de extrañar que sea lo más visitado. El complejo que alberga el templo Bulguksa tiene 12 kilómetros de amplitud y contiene también la cueva de Seokguram; para muchos Bulguksa es una obra maestra del arte budismo venida del Lejano Oriente… merece esta apreciación… también Seokguram es un tesoro en si. Aquí encontraremos una estatua monumental en posición dhyana mudra, o posición de concentración, con la mano derecha en posición bhumisparsha mudra, tocando la tierra. Sus paredes llenas de devas y bodhisattvas esculpidas en las paredes hacen este lugar un tesoro.
El complejo del templo de Bulguksa viene repleto de escenas y momentos de la vida de Buda, de la religión y de su modo de vida.
El Palacio de Donggung
Seguimos caminando para llegar al que sería el palacio del rey Munmu en el 674, en la dinastía Silla. El palacio permaneció activo mientras la dinastía reinó, quedando relegado al olvido al final de su existencia. Solo en 1974 sería reconstruido de nuevo, descubriendo muchos restos arqueológicos que es posible observar en la actualidad.
Además de lo que te he comentado, en Gyeongju encontrarás muchos tesoros a pie de calle. Un consejo cuando visites el complejo Bulguksa es que le dediques un tiempo a perderte; descubrirás muchos tesoros escondidos, donde no hay turistas. El complejo está en un parque natural, así que la naturaleza que lo rodea es impresionante. Nuestra visita fue en pleno invierno, aún así, los colores del parque eran impresionantes.
No olvides incluir Gyeongju en tu visita a Corea del Sur, no te defraudará…
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