Certaldo Alto, el pueblo de la Toscana al que se llega en funicular
Una hora escasa separa Florencia de Certaldo en coche. Insertado en pleno territorio toscanil se encuentra este pueblo, a menudo olvidado por su cercanía al más famoso San Gimignano, el pueblo de las Torres medievales en la Toscana.
Por carretera divisamos el pueblo a lo alto, porque Certaldo tiene dos Certaldos en sí; la parte baja donde los lugareños realizan sus actividades diarias, donde se vive (a donde llega el tren que pasa por Empoli). Desde las alturas Certaldo Alto domina el horizonte; es esta la ciudad antigua; la que en su día se denominó Cerretum Altus, otra de las muchas ciudades toscanas fundadas por los etruscos.
Al llegar a la Certaldo baja tenemos dos opciones para subir: hacerlo en coche y dejarlo en el parking de pago situado a las afueras de la parte amurallada. Está prohibido estacionar en el centro de Certaldo Alto; solo con un permiso especial se puede dejar por un tiempo. En nuestro caso, al ser huéspedes del hotel que regenta el amigo Alfred, lo dejamos para descargar maletas. Il Castello es un pequeño hotel que respira medievo y música de jazz en su restaurante.
Un lugar donde quedarse para estar, o donde disfrutar de la gastronomía toscana. Su dueño, Alfred Kramer, es músico por vocación. Periódicamente se organizan conciertos de jazz que atraen a gente de todos lados, ya que la banda de Alfred toca más que bien.
Si no tenemos coche un funicular conecta la parte baja con el alta; con una frecuencia de 15 minutos, desde las 7,30 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, es posible alcanzar la parte más antigua de la ciudad.
En la actualidad Cerretum Altus parece un pequeño pueblo amurallado, muy bien conservado y con toda su muralla intacta. Sin embargo, la era del Renacimiento conoció un Certaldo distinto, un centro urbano que brillaba con luz propia a mitad camino entre Siena y Florencia. Aquí vivieron personajes como Federico Barbarroja que en 1.164 consiguió esta plaza, de mano del Conde Alberti. Todo el casco antiguo se encuentra tal cual el noble la encontró. Solo el Palacio Pretorio ha sido restaurado, allá por el 1.400.
Terminado el Renacimiento, la ciudad se fue apagando poco a poco. Solo la llegada de la línea férrea a Empoli, en el año 1,849 le dio nueva vida a esta población.
Qué ver en Certaldo Alto
Al subir a Certaldo Alto en funicular nos da la impresión de sumergirnos en el pasado: hay que pasar la muralla para entrar a la antigua ciudad toscanil. Aquí empieza la historia, que se resume en pocas calles en un perfecto estado de conservación. Casi de bruces nos encontraremos el restaurante Il Castello; desde allí ya divisamos el Palacio Pretorio a la izquierda. No hay que ir directos al palacio, sino nos tenemos que detener a media calle; es allí donde la casa donde vivió Boccaccio se encuentra solemne.
En este punto geográfico el escritor daría vida a una de las obras literarias más relevantes de todos los tiempos, El Decamerón. También en la misma calle encontramos el Museo de Arte Sacro de la ciudad, y es que los etruscos tuvieron un papel fundamental en toda el área de la Toscana.
El Palacio Pretorio de Certaldo Alto, la Toscana
Finalmente, llegamos al majestuoso Palacio Pretorio. Si se llega entre semana encontramos grupos de estudiantes llegados de cualquier región. Los escudos de los gobernadores florentinos del pasado siguen estando presentes en la fachada del edificio.
Antigua residencia de los condes Alberti, el palacio data del siglo XII. Sería a finales del siglo XIII cuando sería confiscado a sus dueños para pasar a formar parte de los dominios de la capital, Florencia. En el 1.420 se convertiría en residencia oficial del Vicario, un cargo florentino que administraba justicia en toda la zona. Los vicarios en años posteriores organizarían ceremonias públicas y todo tipo de actos. Hoy en día, podemos encontrar en sus paredes escudos de armas de grandes personalidades, como los de la familia Medici.
De la parte alta, solamente nos quedan los túneles, si es que existen, y que, según los abuelos del pueblo, yacen debajo de toda la parte antigua desde el año 1.000, cuando se supone, fueron construidos. En ellos, yacen armaduras, libros, ropa, muebles, y cientos de objetos más, algunos de los cuales, se atribuyen a Boccaccio. Los túneles, se conectarían todos entre sí, y finalizarían en una colina cercana al pueblo, al otro lado del pueblo antiguo y del nuevo.
Seguimos nuestro camino por Certaldo, el pueblo en si es pequeño, pero lleno de detalles a descubrir. Hoy en día se vive del turismo, que llega hasta aquí para descubrir uno de los lugares más intactos del medievo. También los restaurantes y lugares donde pernoctar han contribuido a ello. También las exposiciones temporales del Palacio Pretorio, y de algunos locales del pueblo ayudan a su difusión. El festival Internacional de Jazz que se organiza durante el mes de agosto también aglutina a muchos viajeros. De momento, esperamos a la primavera para volver a visitar la Toscana y sus pueblos de cuento.
Pues un bonito recorrido por ese pueblo -desconocido para mi-. Y el albergue, una joyita, no?. Tremendo pueblo y muy cuidado por lo que se aprecia de tus fotos. Y, encima, vivió Boccaccio.
Un abrazo.
Muy buenas Blas! Pues si, es un pueblo precioso, fíjate que me casé allí, así que le tengo un cariño especial. Si te animas a ir por allí me lo dices y te digo pueblos y lugares a visitar. Abrazos!