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Budia en Guadalajara, uno de los pueblos de «Viaje a la Alcarria»

 

 

Budía en Guadalajara, el pueblo que conoció a Camilo José Cela

 

 

Budia en Guadalajara

 

 

Llegamos a Budia en Guadalajara en una mañana primaveral. Ya en la entrada algunos viejos e imponentes caserones se dejan ver, algunos con los blasones familiares, otros sin ellos, pero no menos imponentes; las piedras que conforman sus paredes nos dan una idea del poderío de la ciudad. Budia está considerado uno de los pueblos más bonitos de Castilla la Mancha; aunque tiene solamente unos 200 habitantes, sus calles nos hablan de una gente que ama lo que tiene y lo cuida. La ciudad está más que limpia y cuidada.

 

Budia en Guadalajara

 

En la oficina de turismo que hay junto al ayuntamiento nos recibe un señor: el que seamos del Corredor del Henares y casi vecinos le anima a hablar y contarnos muchas cosas. Hemos llegado a Budia como hilo del libro de Cela de “Camino a la Alcarria”. En este pueblo fue donde Cela pasó una noche encerrado. Tal y como nos dice el señor de la oficina de turismo “fue detenido por el personal de los caminos e invitado a quedarse aquí”, la celda del escritor está allí dentro mismo, y nos disponemos a visitarla.

 

Budia en Guadalajara. A la derecha de la fuente encontramos la oficina de turismo. En ella está ubicada la celda donde Cela estuvo una noche por error.

 

 

 

Historia de Budia en Guadalajara

 

 

Todavía hoy en día encontramos muchas casas antiguas en Budia

 

 

El pueblo de Budia no es un pueblo cualquiera; ya en el año 1388 había pobladores allí. En la época de Felipe II sería llamado “Peteus”, que significa “pozo”. El nombre de Budia llegaría hasta el norte de África, donde existirían familias árabes provenientes de la Reconquista que se instalarían, dejando atrás nuestro país.

 

Budia en Guadalajara

 

 

La villa de Budia sería un hecho en el año 1434, siendo propiedad del mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, después de serlo del Cardenal Pedro González de Mendoza y señor de Budia, uno de los que más influencia han tenido en la historia de Guadalajara.

 

Budia en Guadalajara

 

 

El enclave sería un lugar próspero hasta la guerra de Sucesión de 1710, donde el saqueo de los enemigos haría estragos en el bienestar de sus habitantes. Pero el tiempo pasa, y todo volvió a la normalidad. Ya en el 1768 y bajo el reinado de Carlos III Budia sería cabeza de partido.

 

Budia en Guadalajara

 

Un pueblo que nos sorprende

 

Pese a los pocos habitantes que hoy habitan estos lares, nos vamos a encontrar muchas sorpresas; la plaza del ayuntamiento que contemplamos es de la época de los Reyes Católicos, y parece no notar el paso del tiempo. En la Parroquia de Santiago Apóstol, del siglo XVI tenemos una portada de Covarrubias. También hay dos cuadros de Juan de Mena, actualmente en la oficina de turismo. Por otro lado, las fuentes es una constante alrededor del pueblo, habiendo incluso una ruta para visitar todas sus aguas.

 

 

Budia en Guadalajara, Parroquia de Santiago Apóstol

 

 

Aunque en el pueblo hoy vive poca gente, quedan restos de las ermitas que en su día se utilizarían, como la de Santa Lucia o la del Calvario de Piedra, u otra en lo alto de la villa, la de Nuestra Señora de Dulzura, del siglo SVII y donde se dice que existió un pueblo en el pasado.

 

 

El pueblo es pequeño y se recorre con facilidad.

 

 

 

Alexander James, el pintor australiano afincado en Budia

 

En la actualidad Budía tiene a su artista, un pintor australiano afincado allí, Alexander James (distil ennui.com). Alexander y su mujer, natural de Siberia, decidieron establecer su hogar en este pequeño lugar. Desde allí han empezado a promocionar el arte a nivel internacional en Budia. A caballo entre Londres y Budia, el pintor está creando muchos eventos donde la Alcarria está presente.

 

 

 

Qué ver en los alrededores de Budia, Guadalajara

 

Una placa recuerda el paso de Camilo José Cela por la población

 

Nos encontramos muy cerca del embalse de Entrepeñas, por lo que los deportes acuáticos en el verano están garantizados. Los que amamos el senderismo también podemos encontrar rutas distintas, como la de El Carduño de Cela, donde se recorre parte del camino que Cela hizo en su paso por la villa. La cercanía con el embalse, y la gran cantidad de fuentes que pueblan el área, han dado lugar a muchos paseos entre sus pueblos.

 

Un lugar que nos sorprendió gratamente fue el Olivar, a escasos 4 kilómetros de Budia. En El Olivar encontramos un pueblo tranquilo de recreo, donde nos dicen nombre y apellidos de varios famosos que hasta aquí han llegado a refugiarse… después de conocerlo no nos sorprende. Además, que está bien escondido.

 

 

Viaje a la Alcarria: los pueblos donde estuvo Camilo José Cela y que no te debes perder…

 

Floración de la lavanda en Brihuega, Guadalajara. La segunda semana de julio es ideal para visitar los campos de lavanda

 

Cercana también está la población de Durón, vecina de Budia. No obstante, una visita por la zona debería incluir pueblos tan interesantes como Brihuega, el jardín de la Alcarria, y donde también encontraremos unos baños árabes. Muy cerquita de esta está el pueblo de Civita, cuya arquitectura merece una visita. Siguiendo el camino las Tetas de Viana y Trillo, cuyo centro histórico y fuentes son ideales para hacer una parada y tomar algo frente a su cascada, en pleno centro de la ciudad. Cifuentes, la patria de la Princesa de Éboli, un pueblo animado y lleno de vida, para seguir con Zorita de los Canes, cuyo castillo en una colina junto al río Tajo lo convierte en uno de los más bonitos de la Alcarria. Ya cerca, se encuentra Recópolis, la única ciudad visigoda de Europa, declarada Conjunto Histórico en el 1946. En resumen, una zona perfecta para pasar un par de días y descubrir una zona de la España desconocida.

 

Trillo en Guadalajara, un pueblo a descubrir
Rose

Cuando empecé a viajar, hacía ya mucho tiempo que quería hacerlo, pero no sabía cómo ni cuándo. Solamente un pequeño empujón hacia Laos, y mi destino estaba claro: mi vida era viajar… con el tiempo, me he dado cuenta de nada te aporta tanto, te enseña tanta humanidad y te otorga tanta comprensión, como el viajar. Cada viaje te acerca a una cultura y personas distintas, pero que al final, son tan humanos como tú. Los viajes son una lección de vida, así que cuando empieces, no volverás a ser la misma persona, no lo olvides…

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