La etnia Taneka en Benin
Etnias del norte de Benin
En Benin cada etnia tiene su historia y recorrido, y la etnia taneka no iba a ser menos, los tanekas viven alejados del resto de los habitantes en Benin. Habitantes de las zonas más rocosas, muchos de ellos fueron atacados y tomados como esclavos en el pasado. Eso caló en su sociedad, que ha seguido viviendo apartada. Los Taneka se defendían con piedas, de ahí su nombre: ¨Tan¨ significa piedra; ¨eka¨ es guerrero en su idioma.
Cómo viven la etnia taneka en Benín
A día de hoy, ser Taneka no es nada fácil; separados del resto de lugareños, el vivir en una zona rocosa hace que muchos sean los que se marchan a trabajar lejos de su casa, a más de 10 o 15 kilómetros andando. Al principio iban y venían cada día, hasta que se dieron cuenta de que era mejor pasar una temporada fuera y volver en la época de las celebraciones. Se dedican a la agricultura.
Reunión con el rey y sus gentes
En cuanto entramos al pueblo nos vamos a saludar a su rey: será él el que dé permiso para que podamos visitar sus tierras. El rey nunca habla, son sus dos portavoces los que se expresan por él. En nuestro caso, es Oumar el que traduce su lenguaje. Así nos enteramos de los problemas que están teniendo con la gente joven; ¨se marchan del pueblo y vienen occidentalizados, no quieren saber nada de nuestras tradiciones¨ Le pregunto qué desea para su pueblo; me dice que quiere que su cultura siga existiendo.
Enterramientos en la etnia Taneka
En la aldea encontramos símbolos y piedras que nos indican donde entierran a sus gentes; uno encima del otro apilan a sus antepasados. Cuando la fosa se completa se quitan los huesos del más antiguo y se colocan encima del que acaba de fallecer.
Al igual que otras etnias en Benin, los taneka tienen varias mujeres. Algunas de ellos están preparando la cerveza de mijo cuando llegamos.
La relación con los guerreros Gurmanché, en Burkina Fasso
Es muy fácil confundir a los gurmanché y los taneka, de hecho, muchos viven en la misma comunidad. la relación entre las dos etnias viene de siglos atrás; era entonces cuando ante los ataques continuados a los taneka, éstos decidieron contratar a unos guerreros de Burkina Faso, los gurmanché, para ayudarlos a tener paz en sus días.
Los gurmanché cumplieron su trabajo más que eficientemente; fueron más que mercedarios, también su guerrero más valiente ayudaría a salvar la vida del rey de los taneka en aquella época, enfermo no se sabía de qué. El guerrero gurmanché pudo curarlo. Estos guerreros habían traído consigo paz y bienestar al pueblo taneka, por lo que sus gentes no querían que volvieran a sus tierras. Así, se les ofreció casarse con las mujeres más guapas de su etnia. Los gurmanché se quedaron.
A día de hoy, nos resulta curioso como todavía se sabe entre ellos quien es taneka y quién gurmanche.
Una conversación con el ministro de salud de los Taneka
Llegamos a una parte del poblado con menos gente; a pesar de que muchos están trabajando lejos, el poblado es un contínuo paseo de personas de un lado a otro. Aquí encontramos al ministro de salud. ¨¿Ministro?¨pregunto yo. Claro, aquí está todo organizado y cada uno tienen su papel, y por supuesto, hay ministros. Me cuentan. El nuevo amigo se ofrece a contestar nuestras preguntas y solucionar cualquier duda.
Así, nos enteramos que desde su posición cura todo tipo de enfermedades, pero sobre todo infertilidades y picadoras de serpientes. Sabemos que cura por el símbolo del fetiche que lleva. Hace sacrificios; para ello acude todas las noches a una gruta que solo él sabe donde está, y allí los realiza. La pipa que lleva es un reconocimiento a los fetiches: siempre que va al templo tiene que llevarla consigo. El taparrabos es de piel de cabra (parece que también tiene su simbología) Está fumando tabaco natural. El oficio de curandero, que es lo que realmente es, pasa de padres a hijos. Si alguien decide ser curandero hay libertad y podría ser, pero los lugareños nunca iban a confiar igual en esa persona.
Así termina nuestro paso por el poblado de la etnia Taneka, un lugar remoto que nos ha parecido muy interesante conocer. Pronto más aventuras en África Occidental. Os dejo con una foto de la elaboración de la cerveza de mijo en el poblado, aunque no la probamos por precaución. Esto si que es un producto bio de verdad.
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