Viajar sola a Africa Occidental

Viajar sola a Africa Occidental

Mi experiencia viajando sola en África

Antes de empezar…

Me gustaría dejar claro que esto es MI EXPERIENCIA PERSONAL; cada una tenemos una experiencia distinta cuando viajamos, ni lo bueno ni lo malo que me pueda suceder a mi tiene por qué pasarte a ti. Este post pretende solamente informar y dar la visión de que no todo es tan malo ni tan peligroso como nos lo pintan, lo que no quita que también te pueda pasar algo, a tí y a mi. Como en todo en la vida, el respeto por otras costumbres, la prudencia y el sentido común son lo que más te ayudarán a viajar sola.

Tips para viajar sola por África Occidental

En primer lugar, puntualizar que no hablo francés; para este viaje me había preparado algo pero si no estudias cuando termina la clase como que no avanzas… sabéis de que hablo, verdad? Pues eso.

A pesar de todo lo que te pueda contar, hay cosas que son evidentes: que anochece: no salgas; no salir es no salir, no “voy a ese bar que está a 5 minutos andando y no me pasará nada” pues no, te puede pasar. Si anochece del hotel ya no se sale, porque en esos 5 minutos si que te puede pasar algo, y no habrá nadie para ayudarte.

 

Viajando sola. Mi experiencia en África Occidental: Historietas de Rose

• Abidjan: al no tener SIM local las chicas del hotel me reservaron un BOLT con su aplicación. El chico que vino me llevaba al centro cuando me preguntó si hablaba inglés. Cuando le dije que si ya se convirtió en mi conductor para los dos primeros días; íbamos valorando los trayectos según lo que nos decía Bolt, y le iba pagando; así él tenía clienta y practicaba inglés, yo tenía seguridad. Al finalizar el día, Wilfried me llevó a conocer a su novia, que estudiaba educación física en la universidad. Un encanto de personas.

• Grand Bassam: no tenía SIM y no sabía cómo ir a pedir algún transporte al centro. Una de las camareras se ofreció a llamar a un amigo que solía ir a trabajar a diario, pero no contestó. Finalmente, también me llamaron por Bolt a un taxista.

• Abidjan de nuevo. Cambio de hotel (el otro estaba muy lejos), y el dueño del hotel era español (no lo sabía cuando reservé), para más diversión de Alzira, al lado de mi pueblo. El señor me preparó cena para que no saliera por la noche, me reservó el autobús para el día siguiente, y quedó con el cocinero para que a las 5 de la mañana me preparara el desayuno antes de irme y me llamara a un BOLT. Mejor imposible.

 

• Autobús de Abidjan a Accra: el conductor me sienta a primera fila junto con un chaval del que tiene que cuidar porque tiene 17 años, está estudiando y va a casa de sus padres. Todo el trayecto estuvo pendiente de mi, de mi pase por la frontera, de conseguirme buen cambio, y a la llegada me consiguió un taxista para llevarme al hotel. También lo aleccionó antes de subir y a mi me dijo lo que me tenía que cobrar.
• Coche compartido Accra a la frontera de Togo. Igual que antes, el conductor estuvo pendiente de mi en todo momento. Al llegar a la frontera me paró donde sabía que nadie me iba a molestar.
• Frontera de Togo. Nada más salir de la parte ya togolesa, un taxista intenta timarme y cobrarme el doble. Justo acababa de preguntar en inmigración el precio del trayecto y sabía que me estaba engañando. Vuelvo a entrar y me preguntan que me pasa. Al contarlo el chico de inmigración empieza con su aplicación Bolt a buscarme un taxi para mi hotel.
• Hotel en Lomé. Los dueños eran dos locales que habían vivido en USA, así que hablaban inglés. Desde el principio estuvieron pendientes de mi, incluso un día que no encontraban moto taxi, vino la mujer para llevarme a desayunar al centro. Intenté invitarla pero no quiso, con lo que me hubiera gustado!
• Taxi compartido Lomé a Cotonou. Igual que en los otros casos, el conductor estuvo pendiente de dejarme donde ya me esperaba Bernat y el guía de Cotonou y de mi paso por la frontera. Este si que creo que era un poco más pillo y me dijo en alguna ocasión que era soltero y se iba a casar conmigo, pero como no le entendía, ahí queda.

 

No hace falta decir lo muy agradecida que estoy a toda la gente que me he ido encontrando por el camino estos días, creo que se nota. Volveré seguro a estas tierras que tan bien se han portado conmigo. Recuerda, con precaución, se puede viajar sola.