A principios de este mes hemos realizado una nueva visita a un país que nos ha sorprendido una y otra vez, Luxemburgo. A pesar de que no era nuestra primera visita, nos quedaban muchas cosas por conocer, y una de ellas era el Palacio Ducal, que solamente admite visitas durante los meses de verano.
Antes de ir ya habíamos descartado la visita al palacio ducal; en las webs de viaje es posible leer que las visitas al interior del palacio solamente son posibles durante julio y agosto; no obstante, una amiga nuestra llegó un día antes, y en el mismo hotel le comentaron que se podía todavía visitar el día 1 y 2 de septiembre, así que el mismo hotel nos hizo la reserva.
El palacio ducal viene en todas las guías de viaje como un lugar de visita obligada; después de visitarlo debo decir que si, que merece mucho la pena. Si por fuera es bonito, por dentro es espectacular, y recorrer sus estancias es recorrer parte de la historia de un país que ha sido y sigue siendo parte importante de la Unión Europea en la actualidad.
Para visitar las estancias hay que hacer la reserva previamente (14 euros por persona), y la visita es guiada (en inglés). La entrada en la visita guiada se realiza por la parte posterior de la entrada principal. Allí nos espera nuestra guía, que durante unos 50 minutos nos llevará a recorrer las estancias más relevantes del edificio donde se realizan parte de los actos de los duques y donde también viven algunos meses del año.
La historia de los duques está ligada a la casa holandesa de los Orange-Nassau; a lo largo de las últimas décadas los duques de Luxemburgo han ido sucediéndose de padres a hijos, y el palacio nos muestra cómo es la vida de los duques y los que los rodean día a día. Está prohibido tomar fotografías, pero os puedo asegurar que es un edificio precioso.
La planta baja es el lugar de acceso al edificio. Allí sigue el cuadro del Gran Duque Juan de Luxemburgo, el padre del actual duque, Enrique, que murió el pasado mes de mayo a los 98 años. El Gran Duque Juan ha sido una persona muy querida por los luxemburgueses, que durante una semana estuvieron pasando por esta sala para mostrarle sus últimos respetos.
En la sala, podemos ver en las ventanas los diferentes escudos, que se han ido añadiendo según los duques han ido sido nombrados.
La primera planta es mucho más bonita que la planta baja; y la segunda planta está cerrada a las visitas; es donde viven los duques, y nos dice la guía que el sistema de trabajo actual nada tiene que ver con las estancias que visitamos, donde el peso de la historia es una constante.
Llegamos a la primera planta a través de una preciosa escalera llena de objetos y recuerdos regalados a los distintos duques; es aquí donde está la recepción del palacio; aquí se firman leyes, se reciben invitados importantes, etc. El comedor, con capacidad para 44 personas, parece dispuesto para recibir comensales ahora mismo; todas las copas tienen el escudo del actual duque Henry. Aquí los tapices nos recuerdan a algunos de los palacios que hemos visitado en nuestro país. Estos elementos en concreto tienen una historia peculiar; robados en su día por franceses, fue el propio Napoleón el que al ocupar el palacio se encargó de comprarlos y restaurar esta sala. Aunque todo el edificio pertenece al condado de Luxemburgo, los muebles y objetos que vemos expuestos son propiedad de los duques.
También en la planta primera se encuentran salas que han sido testigos de bodas; aquí se han casado varios duques en los últimos años, y los cuadros de las salas nos muestran el paso de todos ellos; en una de ellas, vemos las fotos del gran duque Henry y de su esposa María Teresa, así como de sus cinco hijos.
El edificio no ha sido construido todo de una vez, sino que desde el exterior es posible observar las diferentes construcciones que se han ido añadiendo a lo largo de los siglos; desde el siglo XVI que se empezó a construir, para ampliar con un ala adicional en el siglo XVII, y terminar la tercera en pleno siglo XX. Esta última ala fue reconstruida durante el periodo de ocupación española.
Solo la Segunda Guerra Mundial eliminó el uso institucional del palacio ducal, cuando los nazis lo utilizaron como taberna y salón de juegos.
En resumen, si decidís visitar la ciudad en los meses de más calor, visitad la web de la ciudad de Luxemburgo para ver los horarios de visita. Os dejo la web a continuación (además, tiene algunas imágenes del interior del recinto, para que podáis ver lo bonito que es el palacio) https://www.luxembourg-city.com/en/
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