Ciudades en las que me perdería hoy mismo
Debo admitir que no me siento del todo segura realizando este post: si de algo me doy cuenta cada vez más, es de la gran cantidad de lugares que me faltan por visitar, y de lo mucho que me queda por conocer.
También suma que creo que para conocer un lugar no vale el pasar un día de visita, sino que hay que dedicarle tiempo, algo que generalmente, no disponemos cuando viajamos. Las ciudades que ahora os nombro son lugares donde he pasado varios días; quizás por ello han quedado en mi memoria como lugares donde ahora mismo volvería.
1. Londres, Reino Unido.
Su eterna lluvia y sus calles abarrotadas no han logrado quitarme ni un ápice del cariño que siento por esta ciudad: Londres es la ciudad alternativa, la que acoge a los que llegamos a Inglaterra, la que siempre nos espera a nuestra vuelta a la capital. En la capital londinense es posible pasar una semana, y todavía queda tiempo para ver más cosas; todavía nos quedarán barrios por descubrir, o museos que visitar en otra ocasión. Como imperdible citaría St Paul, la IGLESIA, en mi opinión, Westminster o la Torre de Londres.
Si quieres más información sobre qué ver en Londres, aquí tienes que ver en tu escapada a la capital de Reino Unido
2. Estocolmo, Suecia.
Aterricé allí por casualidad hace dos años, y el recuerdo que me dejó esta ciudad es indescriptible. Situada junto al mar, la ciudad está compuesta de islas, que albergan desde casas hasta museos, como la isla de los museos, Ordenada, limpia, práctica, y muy «nórdica» en sus calles y edificios, es un lugar ideal para hacer las maletas e irte, si no te importa el frío que les debe de acompañar seguro en invierno. Estocolmo es perfecta para una visita de 3 días como mínimo, si quieres conocerla bien.
Si quieres más información sobre cómo visitar Estocolmo, aquí te dejo mi post sobre el museo ABBA y el resto de museos de la ciudad: yo que no soy de museos me los vi todos 🙂
Post ABBA
3. Estambul, Turquía.
Si antes hablábamos de iglesias, para mi, Estambul es LA CIUDAD. Una puede ir mil veces y salir sorprendida de su vitalidad; Estambul es un caos contenido, un alma entera de país hecho ciudad; en Estambul puedes encontrar de todo a cualquier hora; las mezquitas y los rezos van a marcar tus tiempos, tu parada del reloj; los atascos van a ser parte de tu rutina, si decides dejar de ser un turista novato y embarcarte en la real Estambul, aquella más allá de Sultannameth, la que se esconde tras Örtakoy, y a la que no te llevan los circuitos. Turquía vibra y siente a través de esta ciudad, que es su puerta a otras civilizaciones, que la unifica y reúne todas las religiones del país.
La parte turística es posible recorrerla en pocos días; para conocer el alma turca hace falta un poco más. No te la pierdas…
Aquí tienes un post sobre hoteles para tu visita a Estambul
Hoteles en Estambul, pincha aquí
4. Portland, Oregon.
Como ya he dicho antes, me falta mucho por conocer, sobre todo en Estados Unidos, pero dudo que una ciudad me pueda cautivar tanto como lo ha hecho Portland. La ciudad que ha dado vida a Portlandia, donde los Simpson vieron su origen; la ciudad verde, amante del reciclaje: epicentro de artistas, músicos y todos aquellos interesados en el arte, Portland se sitúa a una hora del Pacífico, que le da unas temperaturas difíciles de conseguir en otras latitudes cercanas a la suya, y también se rodea de montañas.
Cuando llegas a Portland, ya no encuentras buenas librerías, porque te has dejado la mejor allí; tampoco te atreves a comer salmón, porque no hay salmón como el de Oregon.
Te dejo más información sobre Portland, Oregon, aquí
5. Luang Prabang, Laos.
El año que llegué a Luang Prabang estaban construyendo su red de saneamiento; la ciudad había sido nombrada Patrimonio de la Humanidad, y había que mejorarlo todo, en espera de las oleadas de turismo que debían de llegar. SI llegaron o no, no lo sé, todavía no me he atrevido a volver, pero si que sé que el Luang Prabang que yo conocí te calaba por completo; su tranquilidad y espacio, la sonrisa laosiana, los monjes budistas y su paseo mañanero para recoger en sus cuencos metálicos lo que los lugareños les dan para comer; los templos, donde no se permitía la entrada a los no creyentes, y tenías que ver las ceremonias desde fuera, o las cuevas Pak’ou, una de las maravillas del Mekong.
A lo largo de los años, he conocido a muchos viajeros que me han expresado su intención de perderse el día menos pensado en Luang Prabang… quién sabe, igual nos encontramos todos allí.
6. Toronto, Canadá.
Hace tiempo leí que Toronto era una de las ciudades mejores para vivir; después de pasar unos días en ella, me puedo imaginar por qué: Toronto es como Nueva York a Estados Unidos; es alegre, abierta, multicultural: en Toronto todo es posible, hay energía y optimismo, y eso se plasma en sus gentes y en su modo de vivir.
A pesar de que la ciudad arquitectónico hablando, merece de por si una visita, yo me quedo con el ambiente de las calles y la vida que allí encontré…
7. Damasco, Siria.
Una de las ciudades más antiguas y con más historia que contar. La mezquita más sorprendente, el zoco más cautivador. En Damasco encontrabas cultura y tradiciones, y espero que lo encontremos algún día, cuando volver sea una realidad.
8. Bahir Dar, Etiopía.
En Etiopía hay lugares que uno no se puede perder, y uno de ellos es la visita a Bahir Dar, la ciudad donde Pedro Páez descubrió las fuentes del Nilo, y donde posteriormente fue enterrado. Bahir Dar es un oasis de tranquilidad y sosiego, sobre todo si se llega desde Addis Abeba; aquí es posible pasar varios días sin darte cuenta, visitando el Lago Tana, las fuentes del Nilo, o la pequeña ciudad.
9. Orchha , Uttan Pradesh, India.
La India no es un país fácil de recorrer, ni tampoco se parece a nada: visitar este país es entrar en otro continente, y los lugares como Orchha son aquellos que hacen que el viaje merezca la pena.
Orchha es un pequeño pueblo, donde solamente un par de hoteles buenos, y una docena de malos, junto con su fuerte y algunos templos conforman un hermoso paisaje tradicional indio. Aquí los turistas somos pocos, casi inexistentes; solamente algunos autobuses llegan durante el día, pero ninguno se queda, todos se van y nos dejan a los menos apresurados el placer de los rituales en la noche, donde los lugareños nos invitan a participar. Orchha es especial, no se puede describir en un par de líneas, tenéis que ir a verla.
10. Valencia, Comunidad Valenciana.
Si digo que por mucho que viaje y vaya por el mundo, no hay ninguna ciudad como Valencia, sé que no es objetivo, pero es la realidad. Valencia lo tiene todo: clima, la luz del Mediterráneo, el mar, gastronomía… No tengo muy claro si algún día volveré a vivir allí, pero lo que si tengo claro es que pocas ciudades han podido hacerle sombra y que todavía ninguna la ha quitado de su primera posición.
Para terminar…
Si lo pienso bien, todavía quedan muchas que no están en esta lista, y que serían también mi lugar preferido: Cesky Krumlow en la República Checa, Berlín, Hong Kong, Seul, Chicago, Madrid, Dublín, Shangril.la en Yunnan, China, Kampala en Uganda o Kigali en Ruanda, serían algunas de las que me han hecho dudar en mi lista. Buenos días…
7.
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