Casarse en La Toscana
Hoy os vamos a contar algo muy personal, y es nuestra boda hace casi 7 años en Certaldo, un pequeño pueblo de la Toscana.
Con este post queremos animar a todos aquellos que en algún momento se hayan planteado casarse en otro país a que al menos lo consideren. En nuestro caso nos encontramos con una grata sorpresa, ya que casarse en Italia no es complicado.
Una boda en la Toscana
Casarse en La Toscana
Casa de Boccaccio en Certaldo, Toscana
El pueblo de Certaldo no es muy conocido para los españoles, aunque es un lugar de paso obligatorio para historiadores y todos los interesados en la literatura, sobre todo para los amantes de la obra del escritor Boccaccio, y es que aquí, entre estas calles, fue donde el autor se encerró para dar rienda suelta a su pluma y escribir la segunda gran obra de la historia de la literatura, el Decamerón
Cómo llegar a Certaldo
Se puede llegar a Certaldo de muchas formas, no en vano se encuentra a media hora en coche desde Florencia. Muchos pasan por aquí camino a San Gimignano, que se encuentra a escasos kilómetros. El pueblo se encuentra en dos niveles; en la parte inferior está el pueblo moderno, que es donde llegan los trenes y hace la vida la mayoría de la población.
Es allí donde se encuentra la estación del funicular, cuyo destino es la parte histórica. Aquí es donde nos vamos.
En cuanto se llega a la parte superior el entorno cambia; de una ciudad típica italiana pasamos a un pueblo donde la piedra es la que domina; el pueblo antiguo tiene apenas cuatro calles, todas ellas repletas de historia; en la calle principal encontramos el Palacio Pretorio a lo lejos; a mitad de la calle está la casa donde vivió Boccaccio, convertida en un museo. Enfrente de todos ellos se encuentra el Albergo Il Castello, que es el hotel – restaurante que regenta Alfred y el lugar donde todo empezó…
Por qué casarse en la Toscana
La idea de casarnos en la Toscana surgió a raíz de un viaje que hicimos en el verano del 2013 para conocer esta región, a la que tantas ganas le teníamos; siempre habíamos dicho que nuestro primer viaje juntos sería allí, y así fue. Ambos teníamos la idea de casarnos, pero en Alcalá de Henares, donde en aquel momento el tiempo de espera era de dos años.
Un día de los que estábamos preparando el viaje me surgió la pregunta: “¿Y por qué no nos casamos allí?” “Bueno, lo podemos mirar, pero será muy difícil” contestó él, siempre más racional que la contraria. Así empezó todo.
Fue entonces cuando empezamos a ver requisitos y lugares; así descubrimos que casarse en Florencia o en los pueblos de la Toscana más famosos, como San Gimignano o Montepulciano, era realmente caro y había larga lista de espera; no en balde son muchos los americanos que deciden dar el “si quiero” en estas tierras. Habíamos comprado un libro sobre la Toscana y sus pueblos, donde venían muchos lugares desconocidos para nosotros. Fue así como descubrimos Certaldo, y un pequeño hotel-restaurante donde celebraban bodas, Albergo Il Castello.
Cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos escribiendo y hablando con Alfred, el gerente del hotel. Alfred nos lo puso todo tan fácil que solo nos quedaba hacer un alto en nuestro viaje ese agosto y ver si el lugar nos gustaba… nos enamoró. No solo el pueblo era precioso, sino también el hotel. El restaurante tenía una preciosa terraza donde tomamos café con Alfred, que además, descubrimos que era músico, y allí se celebraban conciertos de jazz, que a los dos nos encanta.
Después de nuestra visita fijamos la fecha de boda para el 14 de diciembre, así que la suerte estaba echada. Nuestra boda fue atípica en todo momento; solo 3 amigos vinieron a vernos y mi madre representando mi familia. nuestro segundo viaje por la Toscana lo emprendimos con todos ellos, visitando la Toscana navideña, aquella que no es tan conocida. Lucca, San Gimignano o Siena fueron algunos de los pueblos que visitamos. El día de la boda, dimos el si en el Palacio Pretorio, en un enclave único.
El tema papeles no es tan difícil como parece; para casarse en Italia primero hay que recopilar algunos papeles en España, como el certificado literal de nacimiento, la declaración jurada de estado civil y la fotocopia del dni. Con esto y dos testigos, hay que ir al juzgado del lugar donde se está empadronado para pedir el certificado de capacidad matrimonial. A la cita hay que ir junto con dos testigos. El documento que obtienes con este trámite es el que se presenta en Italia, y con el que acceden a casarse.
Una vez casados, hay que ir al registro civil, en nuestro caso en Madrid, para validar la boda en España.
Si te casas en Italia y no hablas italiano es obligatorio que haya una intérprete; nosotros entendemos bastante italiano, pero no basta con entenderlo, así que Alfred también nos consiguió la intérprete.
Casarse en el extranjero es una experiencia en todos los sentidos, si una boda es inolvidable, hacerlo de modo diferente todavía más.
Preciosa!! Que original! Yo también me casé en el extranjero en la Patagonia y es mucho más barato y fácil que casarse en España. Me encanta la gente que se sale de lo habitual y hace cosas originales en la vida.
la verdad es que a veces pensamos que es difícil y no lo es tanto. Además, si te casas en el extranjero tienes un destino a repetir varios años 😉
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