Viaje a Copenhague en Dinamarca
Mi último destino en este viaje por el norte de Europa ha sido Copenhague, la capital del Dinamarca. Dinamarca es conocido como el país más feliz del mundo.
Mi paso por Copenhague
Mi llegada coincidió con un día lluvioso, lleno de nubes y con poco sol. Sin embargo, aún así se notaba el encanto que esta ciudad tiene, no solo para el turista, sino también para los que allí viven.
Tengo que ser sincera, no esperaba mucho de esta capital; el paso por ella vino marcado por el irrisorio precio de los vuelos y por la posibilidad de cumplir una ilusión: visitar la que fue la primera y última morada de la baronesa Karen Blixen. A muchos os resultará familiar porque es el personaje en el que se basa la película «Memorias de África». No obstante, Karen Blixen fue una de las mejores escritoras de su época. La mayoría de sus libros tomaron forma en Rungsted, en la casa familiar junto al mar… Copenhagen fue para mi el punto de entrada y salida para visitarla.
Como siempre que uno no espera algo, las cosas fluyen y te encuentras mucho más. Visitar Copenhague formaba ya parte del final de mi recorrido; había visitado ya muchos lugares y museos en Suecia (para mi que no soy de museos un logro total); había viajado en avión, en tren, autobús, metro y barco. Así que en Copenhague hice eso que nunca hay que hacer en los viajes: no visitar nada; durante los dos días que estuve me dediqué a dejar que todo apareciera ante mi; dejé que la ciudad me sorprendiera. Así fue; Poco a poco fui adentrándome en una capital que no lo es, porque resulta ; la ciudad danesa es un lugar afable y tranquilo; una ciudad donde las prisas son relativas y tener tiempo de vivir se convierte en lo más importante.
Siempre se dice que la gente del norte es más fría que la del sur de Europa, por la diferencia de tiempo. No puedo decir eso de Copenhaguen, como tampoco de mi paso por Suecia los anteriores días.
Donde alojarse en Copenhaguen
En esta ocasión, me alojé en un albergue que vale mucho la pena apuntéis: el Generator hostel. Dinamarca no se caracteriza por ser una ciudad donde el dinero pueda dar mucho de sí, y los hoteles no son una excepción. Este hotel, céntrico como pocos, posee unos precios altos (unos 35 euros la habitación compartida), pero merece la pena.
Pasaría por ser un hostel de lujo, con su restaurante y cafetería (donde es posible ver a muchos ejecutivos y gente que trabaja cerca que acuden allí a la hora feliz), un desayuno impresionante (tipo buffet, y con muchas opciones), y unas habitaciones limpias de verdad. Mis compañeros, gente venida de todas partes y de todas las edades, llegaban a Copenhague, tanto a estudiar (es una ciudad con mucha vida universitaria), como de turismo como yo.
Vale la pena que os alojéis en el centro, aunque os cueste un poco más, ya que el transporte es caro.
Volveré a Copenhague? Seguro que si. Hay ciudades y lugares donde se vuelve una y otra vez; donde es fácil perderse… Dinamarca tiene la suerte de tener una de ellas…
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