Mis manias viajeras
Hace pocos días, una gran amiga mía viajera, María Grau, publicaba sus manías viajeras; después de leerlas me di cuenta de que igual yo tenía incluso más
Viajar es una cosa muy personal, y con el paso del tiempo, cada uno adapta los viajes a su ritmo interior; nos empapamos de las experiencias vividas y estas nos marcan poco a poco el camino a seguir.
Así, estas son mis manías viajeras
1. Preparando el viaje
-
¿Maleta o mochila?
Pues depende, pero el 90% de los casos toca maleta de mano. El por qué está muy claro: si te vas para pocos días con esa maleta te sobra. Siempre que puedo no llevo maleta grande, me resulta muy aparatosa y al final no me pongo ni la mitad de lo que llevo en ella.
Mi forma de preparar la maleta siempre es la misma: un par de días antes pongo todo lo que me llevaría (si es un viaje largo, abro la maleta en el suelo y pongo todo lo que me llevaría). Dos días antes, ya quito lo que veo que va a sobrar. El día antes tengo que quitar la mitad mínimo: imprescindible. Aun así, siempre hay algo que sobra.
Cuando viajo en pareja, si el viaje es largo, llevamos una maleta que compramos hace tres años, y que es de tamaño de maleta de mano, pero más ancha (la típica que siempre tienes la duda de si te dejarán embarcarla o no como equipaje de mano), y la utilizamos los dos. Siempre nos apañamos con ella.
Si viajamos en un vuelo de low cost de los que no permiten maleta de mano sin pagar, intentamos ir con la mochila. Solo si el vuelo es de Norwegian Airlines, donde la maleta de mano cuesta 7 euros, añadimos una.
- 2, Nunca contrato seguro de viaje… a no ser que sea estrictamente necesario.
De todos es sabido que cualquier blog te va a decir lo contrario, que es de locos no contratar un seguro de viaje. Cada cual que haga lo que quiera, yo siempre lo respetaré; yo por mi parte ya he tenido la experiencia de contratar seguro de viaje, tener un accidente de coche y que me dejen tirada y no me atiendan (año 2004, Mapfre, en Tanzania).
Desde entonces contrato seguro de viaje, y siempre que cubra cuanto más mejor, para ir a EEUU. En este caso el que mejor sale es Intermundial, o al menos lo era hasta antes del covid (desde el año 2019 no he vuelto a ir a este país). Aquí sí que hay que contratar porque tener algún percance significa un desembolso importante. En el resto de países lo contrato dependiendo si es obligatorio para entrar al país o no.
Actualización sobre los seguros de viaje: julio del 2024
Hubiera sido muy fácil borrar el punto 2 y seguro que mucha gente ni se hubiera enterado, pero no me parece justo. Así que añado el siguiente texto a lo anteriormente dicho en el 2022, ya que en dos años han pasado muchas cosas.
Sigo siendo poco fan de los seguros de viaje, pero tengo que reconocer, después de estos dos años viajando bastante a muchos países (30 países de momento), que el tener seguro me ha ayudado bastante, y esa es la razón por la que cuando Intermundial me propuso colaborar con ellos dije que si.
En los últimos dos años me he centrado en visitar muchos países africanos donde no había viajado, y desde el primer momento me he topado con un problema: los visados. El segundo problemilla era que para conseguir algunos visados, sin seguro de viaje, no puedes tramitar tu visado. Sumando lo que sale el sacar un seguro de viaje por viaje, me salía más a cuenta el hacer un seguro de viaje anual, y eso vengo haciendo últimamente.
No solo los países africanos; visitando algunos foros de viajes me encontré que en países como Vietnam te pueden poner problemas a la llegada al país, es más, si te pasa algo, el coste del tratamiento es bastante elevado. Asi que el seguro anual de viaje lo vengo contratando últimamente, y de momento, cuando he tenido que usarlo, la experiencia con Intermundial ha sido buena, al igual que lo fue cuando tenía mi agencia y con varias chicas en varios viajes lo tuvieron que utilizar durante el viaje.
-
3. Pero ¿hay que preparar el viaje?
Yo sí que preparo todo el recorrido, hasta casi el último minuto; aunque siempre dejo un día libre (incluso dos días, si el viaje es largo), pero incluso para esos días tengo cosas pensadas.
El tema reserva de alojamiento varía mucho de si voy sola o no; si voy con alguien lo llevo reservado; si voy sola solo tengo la primera, como mucho la segunda noche reservadas.
2. Durante el viaje
- En el avión:¿ventana o pasillo?
No voy a entrar en nombrar las compañías aéreas por no crear polémica, pero os diré que siempre que puedo evito Vueling, aunque pague más, para evitar que mi maleta llegue rota.
El lugar en el avión es siempre que puedo pasillo, no por las vistas, aunque también me encanta mirar por la ventana, sino porque me duermo durante el despegue, y si no voy en ventana no puedo dormir. Para largos viajes es primordial, si no, no consigo dormir.
3. Ya en destino
- ¿Hotel o Apartamento?
Siempre que se pueda hotel. Por varias razones:
En mi caso priorizo el precio, pero muchas veces me encuentro que es similar, así que opto por el hotel si se puede.
Nuestra forma de viajar es tomar un desayuno fuerte temprano, y aprovechar las horas de luz solar; así la mayoría de las veces, no paramos a mediodía a comer, lo que hacemos es una comida-merienda-cena sobre las 18 pm de la tarde. Como excepto en España en muchos lugares se cena pronto, no desentonamos.
No obstante, siempre que reservo compruebo realmente lo que vale el desayuno: si me va a costar más caro que desayunar por mi cuenta no lo incluyo.
- Dormir en los hostels: una de las cosas que más me gusta
Me encanta dormir en los hostels, obviamente no por la comodidad, siempre será más cómodo tener la habitación y el baño solo para ti. La ventaja de los hostels es que si viajas sola conoces a otra gente que también viaja sola: así, he compartido días de viaje en solitario con nuevos amigos que todavía conservo.
- El chequeo en la habitación del hotel.
Esto también es una manía de verdad, pero no lo puedo evitar: cuando vivía en Cambridge, Reino Unido, trabajé limpiando habitaciones en dos hoteles; allí descubrí que cada hotel tiene un protocolo que las “housekeepings” tienen que seguir a rajatabla: es más, si te dicen que pongas los jabones de un modo u otro, y no lo haces varias veces, te pueden incluso despedir. Pues una costumbre que tengo es cuando llego a un hotel observar el protocolo que tienen, una costumbre. No pasa nada y no me importa cómo lo dejen, pero sí que tiendo a observar esos detalles.
- Ideas originales.
Siempre que viajo me gusta hacer algo diferente, y si puedo interactuar con la gente local, mejor que mejor:
- En Cartagena de Indias hicimos una ruta literaria gastronómica con espacios asociados al escritor Gabriel García Márquez
Menú Literario de Gabriel García Márquez en Cartagena de Indias (roseviaja.com)
- Desde Santa Marta, también en Colombia, nos desplazamos para visitar Aracataca, el lugar donde creció el escritor, y que sirvió de inspiración a su famosa novela “cien años de soledad”.
Macondo de Gabriel García Márquez (roseviaja.com)
- En Tailandia convivimos con la etnia Karen en el norte del país.
La tribu de los Karen en Tailandia (roseviaja.com)
- En México visitamos cenotes y antiguas haciendas.
Guía cenotes en México (roseviaja.com)
- En Perú hicimos un curso de cocina
Itinerario viaje a Perú (roseviaja.com)
- También en Perú realizamos una caminata con llamas y probamos una comida ancestral
Proyecto de recuperación llamas en Perú (roseviaja.com)
También nos encanta visitar bodegas de vino, mundo del que soy una apasionada, o cervecerías tradicionales, de lo que es un apasionado mi pareja Bernat.
- Museos: los justos
No soy mucho de museos: aunque en todos los viajes visito alguno, tiene que ser alguno que realmente merezca la pena, o si es de etnología o costumbres por supuesto que no se escapa. También visito los que son de algún aspecto original.
- No me gustan los lugares masificados… para nada
Para mi viajar es un modo de desconexión y para relajarme: llegar a un sitio y tener que darme codazos para poder tomar una foto es lo más estresante del mundo. Solo visité Paris en el período covid, en unos meses que estuvo abierta la ciudad, y ¡donde no había gente! Pudimos ver la Gioconda completamente solos (habría 4-5 personas en todo el museo), compramos las entradas para todas las atracciones sin cola… Todo un acierto ir entonces a París: ahora no volvería (aunque me gustó mucho).
- No me gustan los lugares de relax.
Lo siento mucho: a mucha gente le gusta ir a lugares donde tumbarse unos días y relajarse frente al mar; a mi si no hay actividades que no me busquen, me aburro. Me gusta hacer cosas continuamente; puedo estar una mañana un poco ociosa, pero nada más.
- Escribir sobre el viaje
Llevo siempre una libreta pequeña en la que me voy anotando cosas; debería de digitalizarme, pero me sigue gustando escribir en papel.
Al llegar a casa
Tengo que deshacer la maleta inmediatamente, poner la lavadora y colocar la maleta de modo que le dé algo el aire. Lo sé, manía 100%, qué le vamos a hacer.
¡Y ya está! Espero que os haya gustado ¿Y tú? ¿Qué manías viajeras tienes?
Si seguimos pensando en manias seguro siguen saliendo y con el paso de los años aun mas 🙂
Si me preguntas en 10 años todavía tengo más seguro, jejeje