Museo de Abba en Estocolmo.
El museo de Abba era una de mis prioridades en este viaje. Como buena seguidora del grupo desde hace años, estaba en mi lista, y eso que este museo no se encuentra incluido dentro de la recurrente Stockolm Card que tantas cosas me está permitiendo visitar. Pero aun así, había que ir. El museo, se encuentra en la Djurgårdsvägen, la isla donde están el museo Vasa, el Nordiska, el Absolut Vodka, Skansen museum y el parte del este de la isla, que también me lo recomiendan, pero el tiempo es limitado.
De dicha isla, visitaré el Vasa, donde después de la visita entiendo el por que es el más visitado de Suecia; el Vasa es un antiguo barco enorme, en muy buen estado de conservación en la actualidad, que tuvo la mala suerte de hundirse el mismo día de su inauguración. Como la ciencia tiene su ritmo, tuvo que llegar el siglo XX para que fuese posible su rescate y se empezara su proceso de restauración y mantenimiento. El museo, muy didáctico, nos muestra por qué se hundió, como no fue posible rescatarlo antes, el tipo de gente que habitaba el barco, y nos da una visión global de cómo era la vida en la época en que fue construido.
Después del museo Vasa, el ABBA será mi segunda visita, un museo donde podemos ver todo lo relativo a los que fueron miembros del grupo, así como muchos de los objetos que los que somos fans, conocemos: los coches que uso el grupo durante esta época, los trajes usados en sus giras y conciertos, sus guitarras, como era su estudio de grabación, y lo más divertido, cantar con ellos y hacer pruebas de sonido, como si fuéramos unos verdaderos artistas de la farándula. Es una buena ocasión para conocer también la historia individual de cada uno de los miembros. Al contrario de lo que se pueda pensar, todos ellos tenían ya cierto renombre, o al menos tenían su historia dentro del mundo de la música, y el formar ABBA, les catapultó a la fama internacional. Si sois fanes del grupo como yo, os va a encantar. Además, la isla de los museos, es un lugar agradable donde pasear entre museo y museo.
Después de la visita, el Vodka Absolut es un museo de arte propiamente dicho, con contenido interactivo, y que nos muestra la fabricacion de la cerveza. Pero mi ultima visita, el Nordiska, es el mas curioso, ya que representa las tradiciones suecas a lo largo de la historia, y como eran sus casas, sus ropas, etc, en cada epoca de sus vidas. Altamente recomendable.
Hoy para terminar, me hago amiga de la camarera del Crazy Horse, un restaurante americano donde por 20 euros, tengo una super cena de pollo a la plancha con pasta y una cerveza grande… la atención, inmejorable, gracias a mi nueva amiga me he enterado de la suerte que he tenido, ya que el tiempo no puede ser mejor… quizás por eso estoy ya tan enamorada de Suecia…. Mañana, saldré hacia Lund.
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