Qué ver en Lomé, Togo
Viajando sola por África Occidental
El viaje va avanzando y por fin llega Togo, ese pequeño país que parece olvidado por muchos y muchas en la geografía popular.
Togo, pero, eso es un país?
Togo es un pequeño territorio que se extiende hacia el este de África; si solamente recorriéramos su costa podríamos pasar el país en poco tiempo, quizás ni tres horas. Pero Togo es un país, con una capital, Lome, que mira al mar. Lome está pegada a la frontera, hubiera podido ir andando los escasos kilómetros desde ella si no fuera que mi hotel no está céntrico y voy con la mochila grande.
Muchos pensarán que al ser un país tan pequeño tiene poco que ofrecer; mentiría si no dijera que muchas cosas parecen una réplica de la religión vudú; en esos momentos yo no lo sabía pero pronto lo iba a descubrir. Sin embargo, en Lome descubro que los togoleses están muy orgullosos de su identidad, de su sello que los distingue de los países vecinos pese a que tienen tanto en común, sobre todo con Benin.
Mi viaje sola a Lomé en Togo
Me dirijo al hotel, dejo la mochila, y ya empieza el recorrido. Una capital pequeña puede tener más tesoros de los que imaginas. Te lo cuento a continuación
Mi día va a ser cansando, muy cansado. Me dedico a pasear tranquilamente por la ciudad, me pierdo, me vuelvo a perder, pero entretanto, voy descubriendo lugares encantadores y auténticos, los togoleses y su vida diaria se descubren ante mi y me muestran su laboriosa vida.
Qué visitar en Lomé
El mercado es mi primera parada; quien crea que hay mercados de dos calles en Lomé está equivocado: parece que los mercados se suceden de una calle a otra, y que siguen uniéndose de tramo en tramo.
En primer lugar llega la parte de fruta y verdura: un equipo de togolesas venidas de todos lugares del país se disponen a vender; les pido una foto, me piden que compre, no me importaría pero me queda mucho día por delante y llevar peso no es la mejor de las ideas. Sigo mi camino.
Llegamos a la carne, pasamos por la ropa, donde me hago amiga de unas vendedoras y termino comprando un vestido. La verdad no sé si lo utilizaré, pero el momento del pase de vestidos por todas ellas y sus opiniones me han merecido la compra. Ese vestido llevará mucha risa puesta.
Uno de los mercados más emblemáticos de toda Africa occidental se encuentra aquí: el mercado fetiche de Akodessena es el mercado de vudú más grande de Africa, y por tanto del mundo. Fragmentos de animal, serpientes secas, hierbas, y tantos otros talismanes con poderes curativos los encontramos en este lugar. Porque antes de seguir, hay que aclarar que el vudú no es bueno ni malo, y si lo es, lo provoca el que lo practica, siendo en su mayoría gente que busca sanarse o que pide un bien para si mismo o algún familiar. Es mucha la mala propaganda que las películas americanas han hecho de esta práctica, vendiéndonos una imagen que no corresponde con la realidad.
Aquí en este mercado muchos vendedores son benineses. Mucha gente llega hasta estos lares buscando tratamientos a males incurables o para recibir tratamiento. Por poner un ejemplo, una piel de armadillo será utilizada para curar el asma, y así muchos más.
El monumento de la independencia y de las tribus indígenas del país conmemora la independencia de Francia el 27 de abrir de 1960. Seria George Coustere su arquitecto. El monumento nos muestra la silueta de un hombre liberado de sus cadenas. También podemos adivinar la figura de una mujer que soporta un vaso, y que se enciende en los eventos más importantes del país.
La catedral du Sacré-Coureur fue erigida en 1892 por un grupo de misioneros católicos. Sería entonces el país conocido por Togoland, y los alemanes ocuparían sus tierras. Se construyo solo una capilla, que ya a principios del siglo XX sería ampliada hasta convertirse en una capital
Sacré Coureur está inspirada en St Michael, y los materiales fueron traídos desde Europa expresamente. Añadir que la catedral es un lugar acogedor y con mucha luz; en el rato que estuve fueron muchos los devotos que entraron y pasaron un rato en compañía de su Dios. Un lugar de fieles.
El palacio Lomé fue erigido en 1905 y está a escasos 200 metros del mar. Tanto franceses como alemanes utilizarían este edificio, llegando a ser la oficina del primer presidente en 1960. Con el paso de los anos iría abandonándose hasta quedar abandonado en 1991. Un proyecto en el 2009 lo reconvertiría en lo que hoy es, un centro de arte y cultura. El palacio está abierto al público y aquí podemos ver arte alemán colonial, y también africano. Más de 500 plantas y 41 aves tropicales completan la condición.
Llegamos a un lugar curioso, y es que el abandonado Hotel Paix ha pasado por muchas etapas para llegar donde está, desde aquellos anos 70 en que el turismo repuntó en Togo y muchos quisieron aprovecharse. Hotel Paix abriría sus puertas en 1974 para acoger turistas franceses y alemanes.
Con el paso de los anos su déficit iría aumentando hasta cerrar en el ano 2000. Sus trabajadores habían estado trabajando gratis durante anos, así que tomaron la justicia por su cuenta, y vivieron en el hotel hasta hace escasos anos. La policía al principio intentaría echarlos, pero con el tiempo se daría cuenta de que tenían problemas más importantes como para preocuparse por ellos.
En Nana Benz encontramos un grupo de mujeres togolesas que transformaron Lomé en una región textil entre los añ os 70 y 80.
Pasamos por la playa de Lomé… cocoteros, barcas de pescadores, bares y relax. Muchas corrientes, así que nadad solo donde haya locales que son los que conocen la playa.
El museo nacional de todo es una muestra de la diversidad cultural, religiosa y política de Togo. Todo lo expuesto se encuentra en francés, y no hay guías. La entrada vale 1500 CFA.
Museo internacional de arte africano occidental: de lo mejor que he visto en esculturas y arte africano. Un secreto que pocos visitan y que para mi fue de lo mejor de mi paso por Lomé. El museo tiene todo tipo de tallas y esculturas de casi todos los países africanos, etnias y periodos históricos. No está ordenado, no parece haber ni siquiera un inventario, pero no por ello resulta menos interesante. Casi seguro que lo visitarás solo/a.
Donde desayunar en Lomé
Sin dudarlo en el restaurante Le patio
Que me ha faltado
Disfrutar de una comida fufu y cocinarla con las locales.
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