Colonia, Coblenza y sus alrededores. Diario de viaje.

Diario de Viaje de una escapada a Alemania.
16 de marzo. Domingo.
El viaje empieza ajetreado: me he dormido. Rápidamente corro al metro, donde me acompañan hacia Manises toda la gente que vuelve a su casa después de los conciertos de fallas.
Ya en Dusseldorf , nos encontramos con la grata sorpresa de que el bus va directo a Köln (Colonia), por 21,20 euros. Llegamos a Köln y después de coger un taxi llegamos al hotel. La llegada al Tempel Hof nos deja sorprendidas: ¡no hay nadie! , y después de mucho mirar, nos encontramos en la ventana de la recepción una nota con mi nombre, que nos dice cual es nuestra habitación y donde está la llave.




17 de Marzo. Lunes
¡Por fin vemos del dueño del hotel !. Resulta ser un amable chino venido de Beijing, y que si en algo falla es en su alemán e inglés: por suerte tampoco son nuestro fuerte ninguno de los dos idiomas. El desayuno, aunque básico, es muy correcto, y como ventaja decir que el uso de internet es gratis. El hotel, aunque es básico, y tiene el inconveniente de que hay que subir varios pisos para llegar a la habitación (y eso se nota el día que llevas la maleta), está muy bien, muy limpio, y aunque no está en el centro, tampoco está demasiado lejos. Quería dejar claro este punto porque habíamos leído críticas tan malas del hotel, que el resto de noches las cambiamos antes de venir.
Nuestro siguiente hotel en Köln, el Löwenbräu, simplemente nos encanta. Está enfrente mismo del Rin, tiene un buffet para los desayunos bastante bueno, y el personal, al igual que el amable chino del anterior, también es correcto y atento.


Después de dejar las maletas, nuestro destino de hoy es Aachen, o Aquisgrán para nosotros. ¿Cómo llegar?. Hay que ir a la estación de trenes que se encuentran al lado del Dom, y en las máquinas de billetes comprar un billete que vale 33 euros y sirve para cinco personas, con el que puedes hacer ida y vuelta y coger el tranvía si te hace falta. Merece la pena, puesto que el billete sencillo para una persona de ida vale 10,50 euros, es decir, ida y vuelta por 21 euros. La duración del viaje es aproximadamente de una hora.

La ciudad es de lo mejor que tiene Alemania. Callejeando se llega al Dom, construido hacia el año 800 por el emperador Carlomagno, y fue el primer monumento alemán declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1978. La capilla palatina, inspirada en otras capillas imperiales paleocristianas, se erigió como parte de un complejo arquitectónico palaciego, y es el núcleo de la catedral. Consta de un octógono rodeado de una galería con 16 caras con tribunas y otras capillas paleocristianas.

En el centro hay una lámpara inmensa que fue encargada por Federica I Barbarroja en 1165. En su parte oeste se encuentra el trono donde se celebraban las ceremonias de coronación, y donde prestaron juramento más de treinta reyes, que tras dichos actos recibían el juramento de fidelidad de los príncipes. Hay además una pelegrinación de fieles cada siete años, desde 1349, que se deslizan por un estrecho hueco que existe bajo el trono como signo de devoción. El presbiterio es gótico del año 1355.



El resto de la ciudad, callejeando se ve fácilmente. Es una ciudad llena de calles empedradas, con un ambiente muy agradable y muchos edificios antiguos que vale la pena descubrir. Por otro lado, añadir que Aquisgrán se caracteriza por tener multitud de panaderías y pastelerías repartidas por doquier, donde se puede tomar un café o alguna cosa. En este viaje descubrimos que la mayoría de los alemanes a mediodía acuden a estos sitios, se toman cualquier cosa, y vuelven a su trabajo rápidamente. La mayoría de estos locales son muy recomendables.

18 de Marzo. Martes.
El día de hoy se llama Bonn.
Hoy el sacar los billetes de tren ha sido desesperante. Es en la misma estación de trenes, pero las máquinas son otras, y las chicas de información no nos ayudan en absoluto. Por fortuna, hay unos amables policías que sí lo hacen. Hacia Bonn partir trenes cada cuarto de hora más o menos, y su precio es de 6,30 euros ida. La duración de trayecto es de 18 minutos.


Nada más llegar a Bonn, nos jugamos la vida. Las ansias fotográficas de Loli, hacen que saque en unos baños públicos unas fotos a unas prostitutas. La consecuencia es que si no le quitan la cámara es gracias a la intervención de un guardia de seguridad que hay en la estación de trenes.

Descargada la adrenalina, vamos a ver la ciudad. Decir Bonn es decir Beethoven, y allí nos dirigimos. Debo decir, que pese haber sido músico hace años, no me gustó nada el museo. No tiene apenas objetos del compositor; el museo sólo tiene algunas pinturas, escasas partituras y algunos instrumentos antiguos (sólo resultan curiosos los dos pianos que el músico poseía), pero ya está.

El resto de la ciudad, es casi mejor que la casa-museo que acabamos de visitar. Además, si vais en verano, hay muchas cosas en los alrededores que se pueden visitar, tanto jardines como palacios. Nosotras sólo disponíamos de un día, y lo que estuvimos viendo fue todo dentro de la ciudad. La universidad y el Old Toll Station, la Münster Basilica y el Rathaus.





El corazón de Colonia está formado por el barrio que se extiende entre la estación central de ferrocarril (detrás del Dom), y el puente de Hohenzollern, considerado el más transitado del mundo con un tren cada dos minutos día y noche. A los lugareños, les encanta salir por la tarde a pasear al jardín junto al Rhin (Rheingarten), donde se desarrollan gran parte de las actividades culturales de la ciudad. En él se encuentran la mayoría de hoteles y restaurantes donde pernoctar y cenar.

El Dom o la Catedral se empezó a construir en el año 1164, por orden del emperador Federico I Barbarroja, que donó a la ciudad de Colonia las reliquias de los reyes Mayos. Se basó en principio en las catedrales de París, pero terminó superándolas en dimensiones. El edificio, de estilo gótico, se terminó en el 1.880, y está declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El Wallraf-Richard Museum es sencillamente espectacular. Es un museo en toda regla del impresionismo, y en él podemos encontrar a todos los artistas que aportaron algo a dicha corriente. Por desgracia, llegamos tarde y no podemos verlo con demasiada tranquilidad.

19 de marzo. Miércoles . Coblenza
Salimos de Köln para llegar a Coblenza. El trayecto de tren es de 40 minutos, y el precio de 16,10 euros. La oficina de información de turismo está justo enfrente de la estación de trenes, y allí nos informan de que el paseo por el Mosela en barco es imposible hacerlo en esas fechas, y el del Rhin por los pelos: el primer crucero en el segundo río empieza su temporada el día siguiente.

Coblenza es una ciudad situada en el cruce del Rhin y del Mosela, de ahí su nombre “ad confluentes” romano a la ciudad. Aunque a primera vista no nos diga nada, Coblenza es una ciudad con muchas cosas que ver, tanto en la ciudad, que se puede visitar dando un paseo, como en los alrededores, siendo por tanto un excelente punto de partida. La ciudad se puede visitar con un mapa que podéis obtener de la oficina de turismo antes mencionada. Su centro está lleno de edificios e iglesias que con un mapa podéis visitar perfectamente. Destacar el Deutsches Eck, que es el punto de confluencia del Rhin con el Mosela. En él existe un monumento dedicado al emperador Guillermo I, sobre un zócalo de 107 peldaños, y hay una bonita vista de la ciudad.



En cuanto a comida, recomendaros La Mamma, en una plaza del centro de la ciudad. Muy adecuado, tanto a mediodía como por la noche.
20 marzo. Jueves. Visita al castillo de Stolzenfels.
Para visitar dicho castillo, hay que tomar de la estación de autobuses (delante de la de trenes), el bus número 650, que sale cada hora y veinte minutos y a la hora y cincuenta minutos (2,25 euros). El autobús te deja en la carretera, y subiendo una pequeña cuesta se llega al castillo. La visita al castillo es obligatoriamente guiada: cuesta 1,30 euros con carnet de estudiante, se da una cada hora y dura 20 minutos. Me gustaría señalar lo vergonzoso que es la diferencia de la explicación en alemán e inglés en cuanto a extensión: no nos cuenta casi nada. Por lo demás, es castillo está bastante bien conservado. Ahora mismo están rehabilitando algunas partes que estaban un poco peor, y en medio día se puede visitar perfectamente.

21 de marzo Viernes.Crucero por el Rhin.
El barco para realizarlo, sale cerca del Deutsches eck antes mencionado, en un embarcadero de donde salen diferentes barcos a diferentes lugares. El que hace este recorrido, se llama KD, y sale de Coblenza para llegar Rüdesheim , aunque el barco sigue hasta Mainz. Nosotras cogimos el barco hasta Rüdesheim y de allí luego volvimos en tren.






EL trayecto es un paseo por el Rhin, de modo que se pueden ir viendo todos los castillos que en sus orillas hay, y también la famosa Roca de Loreley.


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Qué pasada de ciudad,¡¡¡¡ Qué belleza¡
Si que es bonita. Vale la pena perder un día y visitarla.
Jo ke chuli pero a mi me sigue gustando mas los rincones de mi españa querida
No podemos comparar nuestra España con nada… será patriotismo… Bessets