La Basílica más bonita de Montreal
Tenemos que llegar hasta la Place d’Armes para encontrarnos con la basílica de Notre-Dame. Allí, en el 110 de West Notre Dame Street, nos toparemos con una de las iglesias más bonitas de nuestra vida viajera.
La iglesia, de estilo neo gótico, fue la iglesia más grande de Norte América después de su construcción. Con capacidad para albergar 4000 feligreses, a día de hoy, sigue siendo una de las visitas obligadas si visitamos Montreal.
Historia de Notre Dame
Los orígenes del edificio se remontan a 1657, cuando los Jesuitas empezaron la construcción de una capilla dedicada a la Virgen María. Poco después, llegaron los padres sulpicianos, los miembros de una congregación católica romana de sacerdotes procedentes de París, y tomaron las riendas del proyecto, decidiendo crear una iglesia más grande. Su arquitecto, Dollier de Casson, fue el artífice de la obra de estilo barroco, que se empezaba en 1672, y terminaba en 1683.
En 1800, la iglesia quedaba ya pequeña para toda la congregación de feligreses, así que se decidió ampliar y crear una más grande. James O’Donnell era un arquitecto irlandés de Nueva York, protestante de nacimiento, y fue a él al que se le encargó el proyecto. El arquitecto, decidió cambiar el estilo antiguo por el Neo-Gótico, tan de moda en los Estados Unidos e Inglaterra por aquellos tiempos. Corría 1824 cuando se inició la construcción. Tristemente, el autor no pudo ver su obra terminada, y en 1830 murió. A punto de morir, James se había convertido al catolicismo, así que fue enterrado en la cripta de la nueva iglesia. Es la única persona enterrada allí.
El edificio canadiense es gótico, con un colorido en su interior que la hace única. Así, los azules, dorados y platas deslumbran al visitante, y una amplia paleta de colores dan vida al recinto. Notre-Dame está iluminada por amplias vidrieras, también de muchos colores, y tallas de madera a lo largo y ancho de las paredes.
John Ostell fue el nuevo arquitecto para terminar el diseño de las dos torres gemelas que ahora vemos desde el exterior. La torre de la campana, fue lo único que permaneció de la antigua capilla. Fue más tarde cuando la capilla se construyó, en 1891.
En 1978, un fuego dañó seriamente la capilla. La reconstrucción se hizo intentando imitar en todo lo posible a la construcción original. La mayor parte de la misma, se remodeló siguiendo fotografías antiguas y dibujos de la misma.
El Papa Juan Pablo II, la declaró Basílica menor en 1982, poco después de finalizar las obras.
Desde entonces, Notre- Dame ha presenciado varios eventos importantes, como el funeral de estado de Pierre Trudeau, y la boda de Celine Dion, en 1994.
Qué ver en Notre-Dame
La parte más impactante de la capilla reside en su interior, el impacto de sus colores, sus figuras talladas en madera, sus pinturas. O’Donell fue uno de los arquitectos más importantes de su época en cuanto al estilo Neo-Gótico, y su influencia se percibe en cada pequeño detalle.
También el altar mayor, obra de Victor Bourgeau, impresiona por la gran variedad de detalles. Los 32 paneles del altar representan el nacimiento, la vida y la muerte, tallados en bronce. Su autor fue Charles Daudelin.
Los mayores daños provocados por el incendio de 1978 los recibió la capilla del Sagrado Corazón, posterior al altar mayor. Lo que vemos hoy en día está casi totalmente reconstruido.
La capilla, es una de las más impactantes del mundo, por su colorido y magnificiencia. Los colores y su decoración impactan en cuanto entras en el santuario. Las vidrieras, representan escenas religiosas de la vida de Montreal, pero no de la Biblia, como suele ser habitual.
Más información: Notre Dame Montreal.
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