Viaje a la Alcarria
Una ruta por Guadalajara

El viaje a la Alcarria de Camino José Cela

Corría el año 1946 cuando Camilo José Cela, un joven escritor y periodista, iniciaba un recorrido por los pueblos de la Alcarria en la provincia de Guadalajara. La primera idea de Camilo era hacer el viaje a las Hurdes extremeñas, una zona devastada por la guerra civil y donde esperaba poder plasmar las vivencias de sus gentes en aquella época de escasez. Sería un amigo el que le quitaría esa idea de la cabeza y le hablaría de la Alcarria, un área cercana a Madrid y que se encontraba igual o peor que sus vecinos extremeños.

La ruta por la Alcarria, Guadalajara

Durante varios días, el joven escritor recorrió los pueblos de la comarca: empezando por Guadalajara capital, donde encontraría un desolado Palacio del Infantado, nada que ver con el rehabilitado edificio que da vida a la capital en la actualidad.


También recorrería en carro junto a un amigo del camino el trayecto a Iriépal, pequeño pueblo pegado a la capital que se ha convertido en ciudad dormitorio estos últimos años. Torija y su castillo, también en lamentable estado. Poco imaginaba entonces Cela que ese palacio albergaría con los años el museo dedicado a su libro de estas tierras.

Brihuega también tenía entonces un aspecto muy distinto al actual, donde el festival de la floración de la lavanda y la reconstrucción de la fábrica de paños, así como la rehabilitación de sus calles, ha dado una nueva vida a la ciudad considerada “El jardín de la Alcarria”.



Camilo tampoco se olvidaría de pueblos tan bonitos e importantes entonces como Cifuentes o Trillo, ambos de visita obligada entonces y ahora.
Trillo en Guadalajara


A su paso por la Alcarria y después de Trillo las Tetas de Viana ya serían parte de su novela, para pasar por muchos otros y llegar a Pastrana, la villa ducal de la Alcarria.

Viaje a la Alcarria llevaría al escritor muchos buenos momentos; haría amigos con los que después se seguiría mandando cartas durante años; conocería paisajes que no esperaba conocer, como El Olivar, donde un lugareño le dijo que se acercara. Algunos alcaldes ayudarían a Cela en su recorrido, invitándole a cenar u ofreciéndole cobijo, como el alcalde de Pastrana. También visitaría un pueblo de los más ricos entonces en la región, Sacedón, donde “más que bien, todo el mundo se iba a dormir con la panza llena”. Esto que nos puede parecer increíble a día de hoy, era bastante común en la España después de la guerra.

El paso de Camilo José Cela por Budia

Con todo llegamos a la parte menos agradable del viaje del escritor, que ocurrió cuando llegaba a Budia.

Todavía hoy es posible encontrar el brillo que en el pasado el pueblo tuvo; de hecho, el pueblo fue cabeza de partido y muchos nobles de la corte de Carlos V tuvieron vivienda aquí, de ahí los muchos escudos que encontramos en las fachadas de las enormes casas que pueblan sus calles.
Hasta aquí llegó Cela para pasar la noche; estando ya anocheciendo, el periodista apareció como una sombra, alto y delgado, entre sus calles. Qué paso exactamente no lo sabremos nunca, pero el alcalde del pueblo decidió detener a este extraño muchacho que decía ser escritor y estar de viaje, qué ocurrencias, depositando al extraño en un calabozo del ayuntamiento. El día siguiente, una llamada del prisionero al director del diario de El Imparcial le haría quedar libre. El hecho quedó en el olvido, pero nuevos tiempos y el turismo han hecho que el aposento de Cela quede al descubierto, siendo de visita obligada si se llega a la oficina de turismo.

Después de Budia, el escritor seguiría camino a El Olivar, Pareja, Casasana, Córcoles, Sacedón, Tendilla y Zorita de los Canes.

Final del viaje, Pastrana en Guadalajara

El viaje termina en Pastrana, la villa ducal por excelencia de la provincia de Guadalajara. Pastrana es un pueblo que merece no solo una mención, sino un post entero. No en vano, estamos en la villa donde vivió la princesa de Éboli y donde fue tristemente encerrada los últimos años de su vida por el rey Felipe II.



Esta villa estuvo a punto de ser capital de España, dada la gran influencia que la princesa ejerció durante un tiempo en el rey y los asuntos de estado. También aquí llegó una de las mujeres más famosas de todos los tiempos, Santa Teresa de Jesús. Sería allí donde durante la fundación de su convento coincidiría con la princesa de Éboli, con la que tuvo bastantes discrepancias. Hoy en día, nos queda todo el patrimonio que ambas dejaron para los siglos posteriores. Pero no solo eso; Pastrana tiene la mejor colección de tapices de toda Europa, una razón de más para al igual que Cela, no pasar por alto este pueblo ducal.

El cuaderno de viajes de Camilo José Cela: un diario para recorrer la Alcarria
Aquél libro que sería un cuaderno de viajes se convertiría con el tiempo en un símbolo de identidad para La Alcarria. A menudo olvidada por el turismo, en la Alcarria hoy encontramos tesoros que han permanecido en la sombra muchas décadas; desde Zorita de los Canes hasta Torija, pasando por El Olivar, sin dejar la cuna de la Princesa de Eboli, Cifuentes… Muchos son los pueblos que podemos visitar y disfrutar. Solo tenemos que seguir la ruta de Camilo José Cela nos enseñó.

Nos despedimos del viaje del escritor. Por el camino realizado, a veces a pie, otras a bordo de algún carromato, Cela visitó otros pueblos. Ahora te toca a ti descubrirlos y contarnos su historia…
Muy buen reportaje y muy bonita ruta!
Muy buen reportaje y muy bonita ruta.
Gracias! a ver si te animas a realizarla y nos cuentas tu experiencia. Un saludo