Las Cataratas Victoria en Zambia
Mosi-oa-Tunya, el río que truena
Pocos lugares en el mundo resultan tan espectaculares a primera vista como las Cataratas Victoria; llamadas por los lugareños «Mosi-oa-Tunya», el río que truena, poco se imaginaba el famoso Dr Livingstone que aquello que le describían aquellas gentes era en verdad un trueno, un espectáculo de agua tan potente que el humo salía por doquier.
Todavía hoy, años luz de aquella primera vez del misionero-explorador, la llegada a las cataratas desde el lado zambiano estremece; ya desde lejos empiezas a escuchar el sonido del agua que inunda el ambiente y no te deja centrar tu atención en nada más.
Livingstone en Zambia
Llegamos a Livingstone el último fin de semana de un caluroso mes de julio en España; como siempre que se viaja a países no muy fríos en su invierno, iniciar un viaje con algo de fresco se agradece. Livingstone es una ciudad que ha visto crecer sus ingresos gracias a las cataratas Victoria: los turistas que año tras año llegan han dado vida a la ciudad. La parte negativa es que es los precios no son baratos en general, aunque tampoco en el resto del país, como descubriríamos a lo largo de nuestro viaje por Zambia.
Cataratas Victoria desde Zambia
Dónde se encuentran las Cataratas Victoria
Las Cataratas Victoria están en el río Zambeze, donde forman un impresionante salto de agua. Las cataratas se pueden visitar desde el lado de Zambia o Zimbabue, ya que ambos tienen vistas a las cataratas. En el momento de nuestra visita no había un visado único para visitar ambas partes, por lo que no pasamos a la parte contigua y nos dedicamos a explorar bien el lado zambiano.
Las Cataratas Victoria es una de las maravillas en Zambia . También se pueden visitar por Zimbabue.
Las Cataratas Victoria miden 1,7 km de ancho y 108 metros de alto; su caída por un estrecho abismo hace que la caída sea más espectacular, provocando un impacto visual mucho mayor.
Sería David Livingstone el primer mzungu en visitarlas: el misionero-explorador proveniente de la región de Escocia llegaría en 1855; a pesar de que las cataratas ya tenían su nombre local, como buen explorador, les cambiaría el nombre, bautizándolas con el nombre de la reina Victoria.
Parte superior de las Cataratas Victoria
Parques Naturales en Zambia y Zimbabue
Las Cataratas Victoria forman parte de dos grandes parques nacionales: el primero y el que visitamos nosotros es el Mosi-oa-Tunya, ubicado en Zambia; el Parque Nacional de la Reina Victoria se encuentra en Zimbabwe. Desde el año 1989 son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El área protegida alberga una extensión de 8780 hectáreas.
A partir de 2010, las Cataratas Victoria estarán integradas dentro del Area de conservación Kavango-Zambeze.
Tips para visitar las Cataratas Victoria
Si tu objetivo este verano son las Cataratas Victoria, te aseguro que no te van a defraudar; en breve disfrutarás de un espectáculo de la naturaleza único, que te dejará con la boca abierta. No obstante, no olvides algunos tips para que tu viaje sea todavía mejor:
- Las Cataratas Victoria son bonitas, si, pero también el parque donde están ubicadas; no te quedes únicamente con el selfie que demuestre que has estado; descubre la parte de la caída (es un paseo andando), y su caída; seguro que te llevas otras imágenes en tu retina que recordarás un día.
- Compra siempre que puedas en lugares locales y donde los propios artesanos sean los que ofrezcan sus productos.
- Respeta y tolera: cada uno vive como puede y hay que aprender de todo: seguro que descubres cosas nuevas.
- Zambia es un país con pocos recursos (aunque recibe mucha ayuda internacional), no vas a tener las comodidades de otros países.
- Si viajas con tu mochila tienes opción de comer barato en los bares locales.
- La entrada a las Cataratas Victoria vale 30 dólares americanos desde el lado de Zimbabue, y 20 dólares americanos desde el lado de Zambia. Desde el pasado 2020 se ha creado la «day trip visa», una visa que te permite pasar de un país a otro siempre y cuando no estés más de 24 horas. El precio son 50 dólares americanos. Más información aquí.
- El precio de la visa de Zambia es de 50 dólares americanos; la visa de Zimbabue son 30 dólares americanos.
Información Práctica del viaje a las Cataratas Victoria
Cómo llegar a las Cataratas Victoria
Las cataratas están a escasos kilómetros de la ciudad, y cualquier taxi puede llevarte por unas 35,000/40,000 kwachas (7 euros) ida. La visita, bien merece la pena. Se pueden ver las cataratas desde la parte donde empieza la caída y desde enfrente, donde la vista es sorprendente. Durante el recorrido hay una indicación para bajar al boiling pot, que es un sendero que te lleva a la zona de caída de las cataratas, donde uno se puede sentar y seguir haciendo fotos. Para esta última visita, vale la pena llevar pantalón corto y zapatillas para el agua, y mucho cuidado con los monos del camino!.
Cerca de las cataratas, hay una granja de cocodrilos y serpientes, que aunque resulta curiosa, no es demasiado espectacular, ya que solo tienen cocodrilos de una sola especie. La entrada vale 8 dólares.
Dónde alojarse en Livingstone, Zambia
En la ciudad, nos alojamos en el Red Cross Lodge, que con diferencia es el que mejor relación calidad precio ofrece: 20 euros frente a los 35-40 euros que cuestan otros de similar calidad. Es un lugar muy sencillo.
Cómo llegar a Lusaka desde Livingstone
Para salir de la ciudad e ir a Lusaka, hay cinco autobuses locales al día, incluso por la noche, todos limpios y correctos.
Por último, sé consciente con lo que haces
Zambia es un país pobre, y muchos niños te van a pedir que les des dinero: en mi opinión eso es algo que no se debe hacer.
Durante nuestra visita por estos lares solo hubo un pueblo donde no nos agobiaron pidiéndonos dólares; luego descubrimos por qué; el que los niños pidieran dinero a los turistas había llevado a que los niños se negasen a ir al colegio ya desde pequeños (con 4 o 5 años no querían ir y se escapaban). La gente del poblado querían que sus hijos estudiasen y tuvieran un futuro. Lo solucionaron negándose a ayudar a cualquier turista que diera dinero a sus hijos. Así al poco tiempo los niños volvieron a ir al colegio al ver que no tenían el «salario» que ganaban con los mzungus.
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