Qué ver en un día de visita
Nos tenemos que desplazar a la zona del este de Francia para descubrir una de las capitales más bonitas de este país: Estrasburgo. Capital de la región de la Alsacia, la ciudad que hoy nos ocupa no tiene salida directa al mar, no solo eso, sino que casualmente se encuentra casi a la misma distancia al Mar Báltico, el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, 750 kilómetros aproximadamente. Pero Estrasburgo tiene algo que no todas las ciudades tienen, el río Rin, que en su recorrido pasa por la ciudad y le regala islas y meandros que han originado una curiosa orografía, y sobre todo han dotado a este lugar de una actividad económica a lo largo de los siglos. ¡Bienvenidos a Estrasburgo!
La expansión del turismo ha hecho que haya muchos lugares plagados de turistas en verano, y vacíos en invierno, así como, al contrario. No es el caso de nuestra ciudad de hoy, que resulta atractiva al visitante tanto en verano, cuando el buen tiempo puede hacernos disfrutar de sus preciosas calles y permitirnos recorrer sus plazas, como en invierno, cuando la llegada de los mercadillos navideños la convierte en un lugar más que especial.
Cuándo ir a Estrasburgo
Si alguien preguntara cuándo ir a Estrasburgo, se podría decir que todo el año; aunque lo más apropiado sería recomendar la primavera y el otoño para ver la ciudad, y la época de mercadillos navideños para disfrutar de ellos. Eso sí, visitarlos en los puentes puede ser demencial, ya que hay mucha gente y es bastante incómodo incluso caminar por las calles.
Cómo llegar
Existen varios vuelos que unen con Madrid la capital. También es buena opción y más económica normalmente, tomar un vuelo a Basilea, en Suiza, desde donde por medio del tren o autobús se puede llegar bastante fácilmente a la capital. Todo es ver los precios de ambas opciones. En todo caso, un vuelo comprado con antelación es siempre la mejor opción.
Por qué Estrasburgo
Te podría dar muchas razones para visitar esta ciudad, que deja a todo el mundo pensado en volver; no solamente es preciosa, sino que tiene tanto que ver que una visita te va a dejar con ganas de más. En este post, he recopilado lo imprescindible, lo que deberías de visitar si o si, en caso de que solamente tengas disponible un día de viaje; al fin y al cabo, no podemos olvidar que Estrasburgo es la capital de la Alsacia, lo que hace que todos sus alrededores también merezcan una visita, que seguramente, será inolvidable, al igual que la capital.
Me gustaría mencionar a una persona que me ha enseñado mucho en mi paso por la capital siempre que la he visitado, y es Fabricio Rivas, un gran conocedor de la metrópolis y al que podéis encontrar en los freetour en español. Gracias Fabricio por todo lo que nos has enseñado.
https://www.freetour.com/strasbourg/strasbourg-citi-tour
El Parlamento Europeo
Muchos se preguntarán por qué visitar Estrasburgo, poseedora del título de ciudad más visitada en Francia después de París; La primera razón que deberíamos de valorar es que vamos a visitar un lugar donde se deciden muchos de los aspectos que nos afectan a nosotros como ciudadanos de la Unión Europea; El Parlamento Europeo Europeo tiene su sede aquí desde el año 1977; es aquí donde se reúne también el Tribunal de los Derechos Humanos, algo básico en todas las políticas sociales; el Parlamento Europeo es el tercer organismo que ocupa el Palais d,Europe, la zona donde están ubicados todos ellos. Es posible llegar en un agradable paseo si tu visita es durante el verano, o bien en transporte público si el tiempo no acompaña; además, hay visitas guiadas al Parlamento de una hora de duración, aunque tienes que pedir hora previamente (pincha aquí para reservar )
La Catedral de Estrasburgo
El punto neurológico al que llegarás, empieces por donde empieces tu recorrido por la ciudad; como si de un imán se tratara, la Notre-Dame de Estrasburgo ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad desde el año 1988, fecha en la que le fue concedido. De creencia católica, su patrona es la Virgen María. El estilo de construcción es gótico, y resulta impactante cuando llegas y te la encuentras de frente, enclavada entre los callejones del centro histórico. La sensación de grandiosidad se hace más patente todavía en la época navideña, cuando las luces y los puestos rellenan cualquier espacio vacío alrededor de la catedral.
La catedral está consagrada al culto católico, pero no siempre ha sido así, y durante el siglo XVI sus feligreses fueron protestantes.
Para los que nos gusta más el arte, si algo tiene de especial esta catedral es que aglotuna el estilo de varios maestres destacados de la época del gótico tardío; desde 1176 y hasta el 1439 la construcción de la catedral fue una constante en la ciudad, con sus más y sus menos, según el presupuesto de cada momento. Su construcción se inspiró en otras de aquella época, como la Notre-Dame de París, la de Bohemia, o la de Sens. Tal fue el impacto de esta construcción que su campanario, de 142 metros de altitud, le dio el título de edificio más alto del mundo.
A pesar de que hoy nos parece intocable, las guerras y sus bombardeos fueron una constante en el pasado siglo, y dañaron seriamente el edificio en varias ocasiones.
Hoy por hoy, la Notre-Dame de Estrasburgo es visitada junto con la visita a su reloj astronómico, el cual se encuentra en el interior de la catedral.
La Petite France
El antiguo barrio de curtidores y artesanos de la ciudad se ha convertido en uno de los lugares más visitados por los turistas. La Petite France debe su nombre a los alemanes, que solían venir al barrio en busca de las «francesitas», que era como llamaban a las prostitutas de la ciudad que vivían aquí. La Petit France era un barrio pobre, donde la población no sabía del peligro de beber el agua manchada con el tinte de las pieles, a causa de lo que moría mucha población.
Los colores de las casas nos hablan de la religión de sus habitantes: las casas de colores pertenecían a los ciudadanos católicos; las fachadas blancas eran de lugareños protestantes. Es fácil pensar que la madera de los entramados de las casas está pintada, por el color tan intenso a madera que tienen, pero no es así, sino que el color es debido a una polilla que tiñe la madera y la conserva.
Los techos nos hablan de la profesión de sus habitantes en el pasado; los techos inclinados se utilizaban para secar las pieles, en una época en la que el frío todavía era mayor que ahora y donde no habían medios para secarlas de otra madera.
Es en la Petite France donde vemos el sistema de compuertas que ha hecho famosos los canales de Estrasburgo; cada cierto tiempo, las embarcaciones de turistas van y vuelven rodeando la ciudad.
Conclusión
En este post me he dejado lugares tan bonitos como el parque de l,Orangerie, que se encuentra delante de las instituciones de la Unión Europea y que de verdad merece tu tiempo; también lugares tan significativos como la plaza Gutenberg, la plaza Kléber, ni tampoco he nombrado ningún museo… Mi intención es darte una visión de qué es lo que deberías visitar en un día en la ciudad. Cuál sería mi plan de viaje:
- Levantarse pronto para tomar el tranvía o autobús y dirigirte al parque de l,Orangerie, para dar una vuelta antes de acercarte a las 11 am al Parlamento Europeo, para hacer una visita.
- Vuelta en tranvía al centro de la ciudad y participar en un free tour o cualquier otro tour que te apetezca. Si no, visitar la Catedral de Notre-Damm y dirigirte a la Petite France para comer algo.
- Por la tarde, tomar uno de los barcos que dan la vuelta a la ciudad por los canales, y terminar así el día
Estoy segura de que Estrasburgo te va a gustar tanto como a mi. Disfruta de tu viaje!
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