Qué visitar en Salvador de Bahía
La energía de Salvador de Bahía

Axé es una palabra que proviene del Yoruba, idioma que se habla en Nigeria, Togo y Benin, y que proviene de las lenguas benué-congo. Axé significa “energía”. Si tengo que descubrir lo que sentí durante mi paso por Salvador de Bahía, esto fue precisamente lo que sentí, una energía que en ningún lugar había encontrado; un choque de culturas tan fuerte y a la vez tan armónico que costaba respirar.

Así es Salvador de Bahía, la ciudad Patrimonio de la Humanidad considerada el lugar del moderno Brasil. No todo es bonito en Salvador de Bahía (aunque si casi todo); la decadencia de su barrio más famoso, Pelourino, te deja descolocada; la pobreza en algunas zonas no anima a seguir por algún lugar… Es entonces cuando oyes música; cuando alguien en la calle te sonríe, o descubres un nuevo lugar prohibido, y todo pasa y te vuelve a gustar.

Pocos lugares hay en el mundo donde tan pronto haya sentido la necesidad de volver (ya la sentí de no irme, así que tiene premio doble por influir tanto en mi): Salvador de Bahía es vida, cultura, historia, gastronomía, playas, capoeira, sonrisas, sensualidad, y muchos calificativos más.
La ciudad que un día fue la capital de Brasil no te dejará indiferente. A continuación te doy algunos tips para tu viaje a Salvador de Bahía; vayas sola o con algunas amigas (yo fui con un grupo fantástico de chicas y lo pasamos pipa), o con tu pareja, Salvador es un destino que te dejará con ganas de más.

¿Cual es el nombre de Salvador de Bahía?
No nos engañemos, estamos acortando el nombre de la ciudad brasileña desde el inicio del post, la ciudad fue bautizada como San Salvador de Bahía de todos los Santos. Sería la capital de los brasileños hasta el 1763, cuando Rio de Janeiro tomó el título de capital brasileira.

La capital Afro-Brasileira en Brasil
Si algo sorprende en Salvador es la multiculturalidad de la ciudad; cerca del 80% de sus residentes tienen sus raíces en el continente africano, y eso se nota en el carácter de sus gentes; solo un paseo por sus calles nos hará sentir la fuerza de la energía que se transmite: las tradiciones Bahianas tienen muchas raíces, no solo africanas, también portuguesas y amerindias.

Música, prácticas religiosas, gastronomía, son testimonio de un pasado no siempre agradable, pero ya se sabe, siempre hay que recordar para no volver a repetir (El hombre que no conoce su historia está condenado a repetirla).
Estamos en una ciudad donde religión y deidades africanas se entremezclan con ferfecta naturalidad, es por ello que Oxalá, la mayor deidad de Salvador, se mimetiza con Jesucristo.

Merece la pena viajar a Salvador de Bahía?
Salvador de Bahía es conocida por sus playas, que son extraordinarias, pero también por su cultura afro-americana. En Salvador encontrarás playas de agua cristalina, pero también un legado cultural único, muy difícil de encontrar en otro lugar. Si eres de las que quieren conocer, no solo hacerte selfies, inclúyelo en tu lista.

Otra razón para visitas Salvador es el baile: Salvador de Bahía es el lugar donde la samba y la capoeira tomaron forma, todo en la ciudad tiene música y se respira en sus calles. No en vano, la ciudad ha recibido algunos títulos como “Capital de la alegría” o la “Roma Negra”; es aquí donde más población africana se concentra fuera de África.

10 cosas que hacer en tu visita a Salvador de Bahía
La ciudad que te llenará de vida en cuanto aterrices

- Pelourinho
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, solo un breve paseo es suficiente para darte cuenta de el título es más que merecido. Es aquí donde los tambores resuenan con más fuerza, donde se siente más el peso de la cultura africana. Aquí encontrarás algunas imágenes que te serán familiares, ya que Michael Jackson grabaría uno de sus video clips en el pasado en el punto neurálgico del barrio.

Al sumergirse en Pelo parece que hayamos llegado al epicentro del turismo, sin embargo, el barrio no es solo para turistas. Las coloridas fachadas de los siglos XVII y XVIII albergan también escuelas de música, capoeira y danza. Gracias a los fondos de la UNESCO todo el centro ha sido rehabilitado en las últimas décadas, quizás no es tan auténtico como un día lo fue, pero se ha preservado.
A pesar de que durante el día está lleno de turistas y parece muy seguro, no vayas por la noche sola, especialmente en los lugares más apartados del barrio.

La presencia colonialista y el tráfico de esclavos en Salvador de Bahía
El barrio Pelourinho es lo más fotogénico de Salvador en la actualidad; sin embargo, pocos conocen el origen de su nombre, y es que Pelourinho es pilón, el pilar de madera donde se castigaba públicamente a los ciudadanos. Tantos eran los esclavos en Salvador que llegaban del mar, que eran los más castigados. El primer mercado de esclavos del Nuevo Mundo sería Salvador en 1549; más de cinco millones llegarían desde Angola y otros países africanos. Todavía hoy, el escudo de armas de Salvador de Bahía, recuerda la lucha de estas gentes con una frase latina imprimida: “Per ardua surgo” (Me alzo ante la dificultad).

Cuando empieces tu visita al centro de la ciudad te encontrarás con dos distintas zonas, la parte alta y la parte baja de Salvador; el ascensor Lacerda salva las distancias entre ambos
- Ascensor Lacerda
La ciudad alta y baja se conectan mediante este ascensor, que posee el título de ser el primero en Brasil. Fue instalado en el 1873.

- El faro en Barra
Si hay un lugar realmente especial en Salvador de Bahía ese es Barra. Aquí se sitúa el primer faro en las Américas, y también el fuerte más antiguo, que data del 1698. Las vistas son impresionante, el centro del fuerte alberga el museo marítimo en la actualidad. Allí encontraremos más información del tráfico de esclavos que los portugueses ejercieron allí.

- El mercado modelo
Uno de los lugares más turísticos en Salvador es el mercado modelo. Lo que en su día fue el paso de entrada de esclavos a Salvador, a finales del siglo XIX, es en la actualidad un conglomerado de tiendas y bares, donde se encuentra todo tipo de souvenirs y se contempla la bahía.
El mercado conserva una parte más oscura, y es que muchos dicen que a la llegada de la noche se escuchan voces de esclavos del pasado…

- Iglesia da Ordem Terceira do Carmo
Uno de los lugares que más me impacto en mi visita a Salvador de Bahía; situada en Pelo, la iglesia data del 1636. La nave central es de estilo barroco con ganas. Nuestra Senhora do Carmo clama haber sido construida utilizando como modelo a la hija de Garcia d’Avila, el mayor terrateniente de la región, Isabel. Si es o no es, lo cierto es que esta iglesia de fachada neoclásica sorprende en su interior. Como en otros lugares de Latino América, su interior parece querer mostrar la grandeza de los conquistadores e infundir miedo y respecto. Aún así, es una verdadera obra de arte.

- Nuestro Señor de Bonfim
El lugar donde más devoción encontramos en Salvador de Bahía es sin duda esta iglesia. De hecho, no quise comprar bandas para colgar como símbolo de fe y buena suerte, y varios de los lugareños que escucharon que no compraba me miraron como si hubiera quemado la iglesia al menos.
La fiesta del señor de Bonfim se celebra cada mes de enero. Es en la parte baja de la ciudad donde se sitúa esta iglesia desde el siglo XVIII, en honor a Nuestro Señor Se Bonfim. En el año 1740 el capitán Teodosio Rodrigues de Faria, capitán de la marina portuguesa, traería desde Setúbal en Portugal la estatua de Bofim. El efecto milagroso de Bonfim hizo que su fama aumentara rápidamente en Salvador de Bahía, así como en todo Brasil.

Todos los años son muchos los pelegrinos que llegan hasta Bonfim. Las casas que se sitúan enfrente de la iglesia se construyeron para albergar a estos pelegrinos.
La iglesia se encuentra siempre llena de gente; a la derecha está la sala de los milagros, donde personas que han recibido un milagro dejan sus fotos y su testimonio del milagro obrado en ellos.
Las cintas de colores en Salvador de Bahía: símbolo de la ciudad
Estas cintas que se cuelgan en esta iglesia han pasado a ser un símbolo de identidad de Bahía, y se pueden encontrar en toda la ciudad. Las cintas de tu muñeca tienen que ponerse haciendo tres nudos, pidiendo un deseo cada vez. No tienes que quitártela, tiene que caer ella sola. Grandes males te vendrán si eres tu el que la cortas.

- La Playa en Salvador de Bahía

En Salvador no puedes dejar de acercarte a la playa; el océano recorta su espacio infinito al romper con Salvador. Es desde el océano Atlántico que llegaban los barcos cargados de esclavos, pero también la música, gastronomía y costumbres que hoy impregnan Salvador llegaron del mar.
Visita también la playa del morro, o piérdete en cualquier otra, pero disfruta de su ambiente y su energía.

- Sumérgete en la capoeira
Escuchas capoeira y buscas donde bailar. No vas más encaminada, pero no es exactamente lo que piensas; El nombre de esta popular danza cambia de contexto en Salvador, donde el baile y los tambores se unen con las artes marciales. Las calles de la ciudad son tomadas a diario por bandas de tambores. Acércate a Pelouriho donde siempre encontrarás ambiente, sea la hora que sea.

- Las meninas de Brasil
Estas tres esculturas representan tres razas distintas. Creadas por Eliana Kertéz, se encuentra en el barrio de Ondina, tomando también su nombre en numerosas ocasiones.

- Disfruta alguno de los festivales que se celebran casi a diario
El lugar donde mejor se ha preservado la cultura de los esclavos africanos ha sido Salvador; los festivales a dioses africanos y Candomblé se celebran bastante a menudo en la ciudad.
Cuando ir a Salvador de Bahia

Si visitas un país donde el verano nunca termina solo hay que buscar en qué meses resistirás mejor el calor. La estación de lluvias es entre abril y junio; sin embargo, nosotras estuvimos en julio y nos llovió un par de días. Aun así, julio nos pareció una buena opción para viajar, ya que como nos decían, muchas veces el día empieza lloviendo y al rato escampa, así fue.
En los meses de diciembre – enero nos comentaron que hacía mucho calor.





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