Nuestro tiempo en Santa Marta fue de 4 días, que aprovechamos más que bien. A pesar de que no dedicamos un día entero a la ciudad, todas las tardes nos dedicamos a recorrerla al volver a nuestro punto de partida. Lo más emblemático se encuentra en el centro histórico; hay otros lugares, como Rodadero, al que ni nos molestamos en ir, ya que veníamos de Cartagena de Indias, y después de pasar dos noches en Bocagrande, que nos horrorizó, no teníamos más ganas de playas turísticas.
Santa Marta en Colombia
Qué ver en Santa Marta ciudad
Centro histórico de Santa Marta
Santa Marta en Colombia
La ciudad de Santa Marta tiene
un centro con mucha vida, donde los locales y restaurantes se suceden uno tras
otro; no hay nada como llegar al parque de los novios y sentarse en algún café,
o bien simplemente pasear. La ciudad nos gustó mucho especialmente al atardecer
Santa Marta en Colombia
El malecón.
El malecón de Santa Marta es el
eje neurálgico cuando cae el sol; hasta aquí llegan no solamente turistas, sino
más bien lugareños que salen a pasear en familia o novios que se reúnen a esas
horas. El ambiente a esas horas es un ambiente de fiesta, de esparcimiento y
que te hace sentir como uno más.
Santa Marta en Colombia, vista desde el Malecón
Santa Marta en Colombia
Museo del oro Tayrona, casa de la aduana
El museo del oro ha sido uno de
los lugares que más nos ha gustado en nuestro paso por la ciudad; la antigua
casa de la aduana contiene mucha información histórica que te permite situarte
y entender más sobre las diferentes tribus que los españoles encontraron a su
llegada a esta región; también te da una visión de su indumentaria, dónde viven
sus descendientes en la actualidad; qué tribus han prevalecido sobre el paso del
tiempo y cuáles han desaparecido, etc. Es interesante visitar este museo en tu
primer día de viaje a la ciudad porque así podrás situarte y saber qué grupos indígenas
vas a encontrarte, según la excursión que decidas hacer desde aquí a otros
puntos de la provincia.
Museo del oro en Santa Marta
El museo además contiene muchas
piezas de orfebrería, y muchos elementos de la historia de Simón Bolívar, que
nos permitió situarlo y conocer más de él, ya que para nosotros era un
personaje lejano.
La figura de Simón Bolívar está presente en todo el país. La foto fue tomada en la casa en la que Simón Bolívar vivió en Bogotá
Además de estas visitas nos
faltó conocer la finca de San Pedro Alejandrino, que no nos dio tiempo, así que
tenemos excusa para volver.
Qué visitar alrededor de Santa
Marta
En este apartado también nos
faltaron días, pero nos mereció mucho la pena todo lo que recorrimos. Vamos
allá:
Parque Nacional de Tayrona en Santa Marta, Colombia
Algo que no puedes olvidar en tu visita a Santa Marta es la visita al Parque Nacional Tayrona. Mucho nos habían hablado y nos parecía exagerado, pero en verdad que no lo es y vale la pena.
Parque Nacional de Tayrona en Santa Marta, Colombia
Aracataca, el pueblo donde creció Gabriel García Márquez. Aracataca es una pequeña población en medio de todo, pero también fuera de cualquier lugar turístico. Seguramente nadie llegaría hasta aquí de no ser por lo mucho que lo conocemos todos, y es que Aracataca es el Macondo de Cien Años de soledad. Si quieres leer sobre nuestra visita al pueblo y cómo llegar, pincha aquí.
Aracataca es la Macondo de los libros de Gabo
Casa del telégrafo en Aracataca, Colombia
Minca, el pueblo de la montaña.
Minca en Colombia
Siempre
hay un paraíso de tranquilidad y en el caso de esta región es Minca. El pueblo
se encuentra en las montañas, en una zona un tanto apartada. Este es el lugar
perfecto para probar el café colombiano, que también se cultiva aquí, visitar
cascadas y practicar senderismo, o buscar algún hotelito donde se practique
yoga y meditación. Nosotros pasamos el día practicando senderismo de camino a
la Poza Azul, donde nos bañamos.
Camino hacia la Poza Azul de Minca, Colombia
Minca, Colombia
La principal excursión que no
tuvimos tiempo de hacer y nos hubiese apetecido fue el trekking a la ciudad
perdida, pero no teníamos bastantes días.
Bienvenidos a Santa Marta en
Colombia, la última etapa de nuestro viaje a este maravilloso país. Si pregunto
qué ciudad es más bonita, si Santa Marta o Cartagena de Indias, sin lugar a
duda la mayoría responderá que visitar Cartagena es algo indispensable;
seguramente sea verdad, y no hay duda de que Cartagena tiene un valor cultural
y un encanto único, pero si lo que buscamos es conocer una ciudad más
auténtica, la respuesta es Santa Marta.
Santa Marta en Colombia
Aunque Cartagena me pareció
espectacular, disfruté mucho más mi estancia en Santa Marta; no solo por la
ciudad, también por la cantidad de experiencias que pudimos realizar desde
allí.
Historia de Santa Marta
Santa Marta en Colombia
Santa Marta es la ciudad más
antigua de toda Colombia. Fue Rodrigo de Bastidas en 1501 el que primero llegó
hasta allí, pero la conquista no iba a ser nada fácil, de hecho, tuvo que ser
en 1525 cuando el español volviera y pudiera establecer una colonia.,
estableciéndose gobernador. La ciudad sufrió 46 ataques desde 1543 hasta el año
1779; durante todo ese tiempo fueron muchos y variados los que atacaron la
plaza. El grupo indígena de los Tayrona fueron los primeros en defender su
lugar y enfrentarse a Rodrigo y sus hombres; solamente cuando fueron derrotados
en el año 1600 y su líder tomado preso, claudicaron ante los nuevos dueños del
lugar, al no tener a nadie que les dirigiera y quedar sus villas asoladas. Pero
entonces llegaron los asaltos piratas de franceses e ingleses: Francis Drake o
Walter Raleigh serían algunos de los que más dolores de cabeza darían a los
antiguos colonizadores españoles.
Simón Bolívar es uno de los referentes en todo el país
Santa Marta era un punto
importante para todos los recién llegados del mundo conocido, ya que los
esclavos entraban por este lugar: su situación estratégica hacía que los esclavos
que los portugueses vendían al gobierno español entraran todos por aquí, desde
donde seguían su camino hasta Cartagena de Indias, donde ya eran vendidos. Controlar
Santa Marta significaba controlar gran parte del mercado de esclavos a nivel
mundial.
Santa Marta en Colombia
La ciudad colombiana nunca ha
sido un lugar fácil para vivir. Después de tantos años de guerras y asedios,
cuando ya parecía que todo se calmaba llegó un terremoto en 1834, justo cuatro
años antes de la muerte de Simón Bolívar a su paso por la ciudad. Solamente en
1840 comenzarían sus habitantes a ver la luz y comenzaría la población a
desarrollarse, para llegar una epidemia de cólera en el 1840 que diezmaría a la
población.
Santa Marta en Colombia
En aquellos tiempos la United Fruit Company era el sustento de muchos, al dedicarse estas tierras al cultivo de bananas y tabaco. Con el tiempo la economía de Santa Marta ha evolucionado hacia otros intereses, y el aceite de palma y el carbón representan la economía regional. En la actualidad el turismo se está posicionando cada vez más.
La montaña de los siete colores o del arco iris se ha convertido en uno de los atractivos en cualquier viaje a la cordillera andina. Las redes sociales han puesto en el top de lugares a visitar este precioso lugar, visitable desde Cusco en pocas horas y cuyo paisaje asombra a los turistas.
La montaña de los siete colores o Vinucunda se encuentra en un paraje espectacular
Purmamarca es el nombre del pueblo que alberga este precioso lugar; a escasos kilómetros encontraremos el apeadero para minibuses y coches que llegan desde diversos lugares a disfrutar de este entorno.
LLegada a la Montaña del Arco Irirs, empieza la caminata
La montaña Vinicunda ha visto su nombre alterado a causa del color de las rocas que la forman, siete en total, según el tipo de roca que en cada periodo de tiempo pasó a formar parte de ella. La formación de la montaña data de entre tres y cuatro millones de años en el caso de las que componen los colores rojo y rosas; las rocas blancas que conforman el paisaje se cree que tienen más de 400 millones de años, etc. A pesar de que las rocas de colores han permanecido así durante siglos, solamente el deshielo de los glaciares ha destapado en los últimos años este tesoro para los turistas.
En el camino de Vinicunda hay otros medios de transporte si las piernas no te responden
Antes de ir
Vinicunda es el lugar donde más vas a sentir el peso del mal de altura; intenta dejar esta visita para cuando ya lleves varios días en la cordillera y te hayas aclimatado. La caminata hasta llegar a la parte donde están las montañas no sería nada dura si no fuera por la altura, que hace que un trayecto de 45 minutos pueda durar dos horas o más. Durante toda la caminata tienes mulas que te llevan al ir o al volver (o en ambos sentidos). Solo el último tramo del camino no se puede hacer con mula, ya que hay que escalar.
Caminara en Vinicunda
Cuenta la leyenda…
Purmamarca está situada en plena cordillera. Las montañas que la rodean eran todas del mismo color. Fueron los niños de la aldea los que no aceptaron el tener una montaña tan sosa en colores. Los adultos del pueblo no tomaron la crítica de los pequeños seriamente, sino como algo pasajero. No obstante, los niños decidieron hacer algo al respecto y trazaron un plan. Durante siete noches consecutivas empezaron a decorar la montaña. Cada mañana durante siete días, los adultos despertaban y un nuevo trazo de color había sido añadido a la montaña. El séptimo día los adultos vieron la montaña completamente decorada con los siete colores, pero descubrieron que ningún niño estaba en su respectiva cama. Después de buscarlos por toda la ciudad, los niños aparecieron saltando sobre la colina, riendo y jugando. Desde entonces, Purmamarca celebra la fiesta en honor a la montaña pintada.
Montaña del arco iris o Vinicunda en Perú
Donde contratar la excursión.
Es posible llegar desde España con la excursión contratada, pero vale la pena hacerlo una vez en Cusco. Nosotros lo hicimos en el mismo aeropuerto y la diferencia fue de $200 en España a $60. La excursión es exactamente la misma
Montaña del arco iris o Vinicunda en Perú, terminamos la caminata
Existe otra opción más accesible que es la montaña de colores de Palcoyo. Esta montaña es visitada por menos turistas, y la caminata es mucho más suave. Hay que tener en cuenta que esta excursión no la realizan todas las agencias, ya que no es tan conocida, y suele ser mucho más cara.
Gabriel García Márquez ha
sido uno de los motivos más fuertes para visitar Colombia; los libros de Gabo,
como es llamado en su tierra, han formado parte de nuestra vida y teníamos
muchas ganas de visitar los lugares donde transcurren muchas de sus novelas impregnadas
de realismo mágico, un género literario que nació con él y vive en sus obras, en
sus mundos reales donde las cosas no reales pasan con absoluta indiferencia y
sin que nada se perturbe.
Portal de los Dulces en Cartagena de Indias
Antes de realizar este viaje
me preparé literariamente con el fin de poder disfrutar más de cada rincón
relacionado con el escritor; de nuevo me leí Cien Años de Soledad, ya que
íbamos a visitar Aracataca, la Macondo de este libro y patria de nuestro referente;
también Del amor y otros demonios, que se desarrolla en Cartagena de Indias, y por
primera vez vi El amor en los tiempos de cólera, aunque debo de confesar que no
me gustó demasiado. Cargada de personajes mágicos nos dispusimos a elaborar la
ruta, donde incluimos una experiencia que resultó una de las mejores elecciones
del viaje: la ruta gastronómica de Gabriel García Márquez. Os lo contamos a
continuación…
Cartagena de Indias
EL menú literario de Gabriel
Garcia Márquez
Organizado por Foodies
Llegamos a la antigua plaza
de toros de la Serrezuela, en Cartagena de Indias, antes de la hora prevista; la
construcción de esta plaza de toros del año 1893 vino por la plaza de La
Maestranza en Maracay, Venezuela, y fue utilizada como tal hasta los años setenta
en que pasó a ser utilizada como teatro – circo. El edificio ahora es un precioso
centro comercial que alberga el primer restaurante sostenible del mundo, os
dejamos más información sobre este edificio.
A la hora convenida llega
Meli, a quien reconocemos por su típico traje.
Meli es una cartagenera cuya
especialidad es aquello a lo que hemos venido: Meli es chef de cocina, pero
también una gran conocedora de Gabo y su familia, no en vano, la familia del
escritor estuvo viviendo al lado de la suya propia durante años. Es de ella de
quien descubrimos muchos aspectos personales de Gabo, ya no solo de los
culinarios, sino también aquellos que solo una persona que conozca a alguien
nos puede contar.
Cena gastronómica en Cartagena de Indias
El menú literario de Gabriel
García Márquez es una experiencia organizada por María Gutiérrez, la emprendedora
y creadora de este maravilloso tour, y bajo el ala de la empresa turística
internacional Foodies. El tour es un recorrido por los lugares y comidas más
representativos en la vida del escritor, es un tour privado, solo para nosotros
en este caso, y que huye de las experiencias multitudinarias. El recorrido
incluye la cena en uno de los mejores restaurantes de Cartagena, para nosotros
seguramente la mejor cena que tuvimos en todo el viaje.
En primer lugar, visitamos
el centro comercial, aquí tenemos nuestra primera parada gastronómica y ya aquí
empezamos a descubrir más cosas de nuestro escritor. La antigua plaza de toros estuvo
presente durante los años que el escritor pasó aquí, de hecho, en la calle 39 la
familia todavía conserva la casa donde Gabo y su familia pasaron las vacaciones
durante muchos años.
Cartagena de Indias en la noche
Nos cuenta Meli que el escritor intentó comprar la plaza de toros varias veces para convertir la plaza en un hotel, pero nunca se lo vendieron. Mientras, llegamos a nuestra primera parada, donde degustaremos la guayaba agria: en Cartagena de Indias es muy común encontrar zumo de coco, es más, no te puedes ir de la ciudad sin degustarlo; también es bastante habitual encontrar guayaba, pero no la guayaba agria, la que es más común entre sus habitantes y que forma parte de la gastronomía local cartagenera.
Menu Literario Gabriel García Márquez
Otro plato que probamos aquí son las arepas de huevo, uno de los platos favoritos del escritor; a pesar de que en la zona de Magdalena, donde está ubicada Aracataca, la arepa no se prepara de huevo en sí, sino que se cocina la Arepuela, la arepa con grano de anís en grano. El escritor no obstante era un fan de la arepa que se prepara en toda el área de la provincia de Bolívar y en la zona del Atlántico, donde la preparación es sin picadillo de carne. Las arepas pasarían por los libros de Gabo en la historia de Sierva María en “Del amor y otros demonios”
Menu Literario Gabriel García Märquez, entrante
La guayaba forma parte del realismo
mágico de Gabo y de sus personajes. Esta fruta daría lugar a uno de los libros
del escritor y periodista Plinio Apuleyo Mendona, que escribió “El olor de la
guayaba”, fruto de sus conversaciones con Gabo, un gran amigo suyo.
A partir de aquí serán
muchos los sabores que se dejarán caer en la noche.
Restaurante Cande, Cartagena de Indias
Llegamos a Candé donde nos
espera nuestro menú literario, el título de este nos lo dice todo: Amores
Contrariados: los amores contrariados formaron parte de la vida del
escritor, que se enamoró a los 9 años de la que fue su mujer durante décadas;
también de sus padres, Gabriel Eligio y Luisa Santiaga, cuya diferencia social causó
muchos problemas a la pareja. La gastronomía también se aúna en ellos, así
descubriremos las “berenjenas al amor”, que eluden a las berenjenas que Fermina
Daza prepara a Florentino Ariza en “El amor en los tiempos del Cólera”, pese a
que durante años Fermina había sentido una gran aprensión por ellas.
Menú literario
Los patacones, uno de los platos más importantes de la gastronomía colombiana, también están en el menú; y como no, la posta cartagenera, la carne de res que se prepara en la ciudad. También probaremos el arroz cocido con coco, y de postre los dulces de la Diosa Coronada.
Posta Cartagenera y Arroz
Una cena literaria con Gabo
no sería tal si no terminase con la bebida favorita de Florentino Ariza, el
café, que nos despedirá junto a un licor digestino.
Antiguo convento de Santa Marta, donde fueron encontrados los restos de Sierva María que inspiraron a Gabo
Finalmente, nos tomaremos un
cocktail muy especial, y es que el lugar elegido es el antiguo Convento de Santa
Marta, donde los restos de Sierva Maria fueron encontrados años atrás y que
inspiraron a nuestro escritor para escribir. La visita a la cripta será nuestra
última parada de hoy.
Interior de la cripta de Sierva Maria, Del amor y otros demonios
Historia de Gabriel García Márquez
Foto de Gabriel García Marquez en Aracataca junto a Luis Carmelo, su amigo de toda la vida
La historia de Gabriel
García Márquez con Colombia es una relación de amor odio que fue una constante
durante toda su vida: a pesar de ser colombiano e inspirar todos sus libros en
su país, también fue un exiliado, y eso marcó profundamente la relación con su
país: a pesar de que mientras vivió su madre estuvo visitando Cartagena varias
veces al año, fue al morir cuando ya tardó 5 largos años en regresar. Colombia era
su país, el país que añoraba en el exilio, cuando la nostalgia gastronómica
comenzó y tuvo que plasmarla en los libros y ceder los placeres culinarios a
sus personajes.
Cartagena de Indias
La historia de Gabo empezó
cuando siendo un niño sus padres se mudan a Barranquilla. Es entonces cuando la
familia decide que Gabriel se quede con sus abuelos maternos en Aracataca. Sería
su abuelo el que más influenciaría en la vida del escritor y en su desarrollo
como persona.
Foto del escritor en Aracataca, en Magdalena, donde Gabriel creció
Pasado el tiempo, y pese a que
por presión familiar estudia derecho, Gabo quería ser periodista, y el azar le
llevará hasta Bogotá, donde se iniciará como reportero.
Desde allí partirá a
Barranquilla para poder ganar más dinero como reportero, para terminar en Cartagena
de Indias. Siendo ya periodista empezaron sus problemas con el Gobierno; aunque
para muchos Gabo ha sido siempre comunista, especialmente por su amistad con
Fidel Castro, nunca lo fue, el escritor era una persona contraria al gobierno y
a las decisiones que se tomaban, y lo fue hasta el final.
El realismo mágico de Gabo
Gabriel García Márquez incluirá trazos de su historia personal en muchos de sus libros: Remedios la bella en “Cien años de soledad” será la figura de su mujer Mercedes, a quien el escritor conoció a los 9 años y no se atrevió a hablar hasta los 14 años. También la historia de amor de sus padres quedará reflejada en “Amor en los tiempos del cólera”, cuando las diferencias sociales entre familias no daban tregua al amor; la mención al telégrafo será una clara mención a su padre, y su abuelo será el Patriarca de los Buendía en Macondo. Solo hay que sumergirse en sus libros para descubrir quién es quién en la vida del autor…
Cartagena de Indias es una ciudad que se recorre andando. No importa
el camino que inicies en tu visita a la ciudad, cuando menos te lo esperes ya
habrás llegado a los lugares de los que todos hablan, la ciudad es un enclave
de calles que se comunican, de personas que pueblan plazas y que se mueven de
un lado a otro, y tú terminarás haciendo lo mismo.
Torre del Reloj, Cartagena de Indias
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
A día de hoy, todavía no conozco a nadie que no haya quedado
cautivado o cautivada por Cartagena de Indias; o bien su parte antigua, o bien Getsemaní,
el nuevo barrio bohemio de la ciudad, todos los que pisamos Cartagena queremos
volver. Getsemaní se encuentra a tan solo diez minutos de la torre del reloj,
quizás menos; solo hace falta mirar enfrente del reloj para divisar el parque
del Centenario; una vez lo cruces llegarás a la calle 30, y de ahí en adelante,
ya lo tienes, es todo tuyo.
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Mi primera impresión del barrio fue que estaba ante el barrio
del Carmen de Valencia, en aquellos años en que empezaba a desarrollarse y en
los que se recorrían sus calles sin turistas todavía, como un local que
descubre su ciudad; Getsemaní era también el barrio malo, el de las prostitutas
y las drogas, el de la violencia, donde no debías terminar si no querías que te
pasara algo; fue en estas calles que vivieron los que formaban parte del
servicio de los señoritos de la ciudad amurallada y aquellos que no tenían nada
que ofrecer; Getsemaní no estaba protegido de los piratas que entonces reinaban
en las aguas caribeñas, era tierra de nadie y hogar de todos los que quisieran
formar parte de la multitud.
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Hoy en día el barrio con más sabor a salsa de la ciudad sigue estando abierto a todos: sus calles han cambiado, los hostels campan a sus anchas junto con los hoteles boutique que han empezado a ocupar sus casas; incluso la cantante Shakira ha abierto hace poco uno. Muchos restaurantes y bares se entremezclan; en la plaza de Trinidad cada esquina nos encontramos un torbellino de gente en las terrazas, todos con su Cruz Colombia en la mano…
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Seguimos para encontrarnos en la calle San Andrés, aquella con las banderitas que muchos habrán visto en los anuncios de viajes; también la calle Angosto y sus paraguas nos espera… Getsemaní es el barrio de los bohemios, sus pinturas nos lo muestran a cada paso que damos.
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias, Plaza de la Trinidad
El arte es la expresión de aquellos que quieren mostrar al mundo todo lo que pasa. Uno de los eventos más importantes del barrio viene ocurriendo cada año con la celebración del Festival Internacional de Arte Urbano. El festival se celebra desde el año 2013 y recorre las calles del barrio; en él se dan cita artistas locales e internacionales, y las calles de este lugar son el escenario al aire libre idóneo para ello.
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
En este barrio bailamos Champeta, la música de Cartagena. Uno
puede venir a Colombia y no bailar salsa, pero llegar a Cartagena y no bailar
Champeta es casi un pecado mortal, al menos para sus habitantes. Ha sido en la
última década que los cartageneros han apostado por la música local, aquella
más popular y que en el pasado era la música de la mayoría de color. Aunque a
día de hoy el término “champeta” todavía tiene connotaciones negativas, nos
encontramos ante una música auténtica de la costa del Caribe, con raíces africanas
y desarrollada en los barrios más populares de Cartagena de Indias, entre ellos
Getsemani. Cada vez más la música tradicional de la ciudad llega a los viajeros,
que la pueden bailar incluso en bares.
Getsemani es un barrio para disfrutar, para pasear al anochecer cuando la música empieza a poblar sus calles, para tomar una cerveza en una terraza, para disfrutar. También la presencia de Gabo nos seguirá por nuestro recorrido, estamos en el territorio del escritor…
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias
Barrio de Getsemaní, Cartagena de Indias, arte en las calles
Las palanqueras es el nombre que
reciben las mujeres venidas de San Basilio de Palenque, todas ellas llegadas
desde esta población cercana a la Heroica, y que nos ofrecen frutas tropicales
en bolsitas para combatir el calor y el hambre. También te puedes tomar una
foto junto a ellas, previo pago de una propina.
Si se han cruzado en tu camino
quiere decir que ya has llegado a Cartagena de Indias, la ciudad más bonita de
América Latina para muchos de los mortales.
Cartagena de Indias
Llegar a Cartagena y decir que no
te ha dicho nada es imposible; de un modo u otro, la ciudad se apodera de ti;
puede ser que no te guste el baile, y que la salsa te provoque ardor de
estómago, pero ello no impedirá que disfrutes de otros atractivos irrepetibles
en otros lugares, como un paseo por una de las ciudades coloniales mejor
conservadas que he visto; tampoco vale decir que lo tuyo son los museos, porque
tienes unos cuantos para recorrer; si lo tuyo es el mar tienes unas cuantas
excursiones que casi seguro no te van a decepcionar.
Cartagena de Indias
Incluso los amantes de la
gastronomía disfrutarán de la riqueza de esta ciudad, con platos auténticos y
únicos incluso si hablamos de Colombia en si. Hemos llegado Cartagena, y te
vamos a conocer.
Cartagena de Indias
Cuando ir a
Cartagena de Indias.
La mejor época para ir es entre
finales de enero, y también marzo, junio, septiembre y octubre. Durante las
navidades y días posteriores son los días de vacaciones anuales de los
colombianos, por lo que todo está masificado; por el contrario, julio y agosto
reciben mucho turismo europeo, sobre todo español, y los precios se
incrementan. Si tienes pensado visitar el parque nacional de Tayrona en Santa
Marta no es recomendable que tu viaje sea en febrero, porque el parque está
cerrado por mantenimiento.
Cartagena de Indias
Qué ver en el Casco
Histórico de Cartagena de Indias.
Cartagena de Indias
El territorio que conforma el
casco histórico de Cartagena coincide con las islas que habitaban la tribu de
los Kalimari y que tantos quebraderos de cabeza causaron a los colonizadores,
por sus ataques con flechas envenenadas. Solamente el cambio de táctica por
Pedro de Heredia hizo que los españoles pudieran asentarse, al utilizar a una
indígena criada en Santo Domingo, la india Catalina, como intérprete para
negociar. La india Catalina ayudó a los españoles, pero murió arrepentida de
haber ayudado a Heredia, al darse cuenta de que los colonizadores solo buscaban
el oro para sus arcas. Finalmente fue casada con un sobrino del colonizador y
mandada lejos de Cartagena. A pesar de todo, los cartageneros quieren mucho a
Catalina y no la consideran ninguna traidora.
Cartagena de Indias
La Torre del Reloj
o Boca del Puente.
Hemos llegado al centro histórico
y la Torre del Reloj nos da la bienvenida; una vez pasemos por debajo de su
reloj el centro de la ciudad se abrirá ante nosotros; el reloj es del siglo
XVIII, pero la construcción de la boca del Puente es del año 1631. El nombre de
Boca del Puente no es tan conocido entre los turistas, y se debe al puente
levadizo que se levantó en este lugar, entre el canal de San Anastasio (ahora
cubierto), para unir el barrio de Getsemaní, en la parte opuesta, con la ciudad
amurallada. El arquitecto encargado de su diseño fue el ingeniero militar Juan
de Herrera Sotomayor. El puente se levantaba cuando llegaban piratas para
defender y aislar la ciudad. Hoy en día permanece impasible ante el paso del
tiempo: si pudiera hablar cuántas historias contaría…
El portal de los dulces, Cartagena de Indias
El portal de los dulces
Colombia es un país donde la
gastronomía variada de cada región se siente en cada nueva ciudad que
descubrimos; en el caso de Cartagena no iba a ser diferente, y es en el portal
de los dulces donde hacemos nuestra primera parada, justo a la entrada de la
ciudad; aquí podemos encontrar cocadas, unos dulces típicos cartageneros que
tienes que probar si o si. Te dejamos una foto de los portales.
Cartagena de Indias
Iglesia de San
Pedro Claver, el jesuita de los esclavos
Iglesia de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
Érase una vez un jesuita llamado Pedro Claver, que vino del mar junto a otros hermanos con la colonización. En la época en la que San Pedro llegó a Colombia los negros esclavos eran considerados menos que humanos, ya que se pensaba que no tenían alma, y estaba prohibido curarles con las medicinas que se traían desde España para los que allí vivían. San Pedro encontraría todo tipo de recursos para aliviar a los que llegaban en barcos apelotonados desde África, los cuales llegaban en pésimas condiciones debido a las fiebres y las enfermedades producidas por los mosquitos de las nuevas tierras.
Museo de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
Era el mismo jesuita el que les acercaba frutas y alimentos básicos a los barcos nada más desembarcar, y curaba de ellos y conseguía una cama de hospital para aquellos que la necesitaban. San Pedro era también el que consolaba a los condenados a morir, algo bastante habitual en una época en la que la Inquisición dominaba la vida del imperio español. Gracias a él muchos negros sobrevivieron y su figura es una de las más queridas en la ciudad de Cartagena. Hoy en día nos queda la iglesia donde reposan sus restos, y donde su museo nos muestra una recopilación de antiguos objetos indígenas.
Cartagena de Indias
Con el paso del tiempo San Pedro
Claver ha sido considerado el Patrón de los Esclavos y el Santo de los Derechos
Humanos. Una figura en la plaza que lleva el nombre de la iglesia nos muestra
una imagen del santo.
La Plaza de Simón Bolívar.
Plaza de Simón Bolívar, Cartagena de Indias
Una vuelta por el casco viejo de
Cartagena puede ser agotadora; aunque no es excesivamente grande la ciudad se
encuentra siempre llena de gente en todas partes; vendedores de todo tipo de
objetos; las palanqueras y sus frutas; agencias de viajes que ofrecen tours;
turistas venidos de cruceros que atracan durante la mañana… Por suerte la plaza
de Bolívar es un oasis de paz y tranquilidad en el medio de todo, y sus árboles
y bancos permiten descansar a los viajeros.
Estatua de Simón Bolívar en la plaza que lleva su nombre
Aquí vamos a visitar dos lugares
muy interesantes a la vez que dispares; el paseo de las bellezas de Colombia y
el Museo de la Inquisición. Vayamos por partes:
El Concurso
Nacional de Belleza de Cartagena y sus ganadoras
Imágenes de las ganadoras del Concurso de Belleza de Cartagena de Indias
Uno de los eventos más populares
de los celebrados en Cartagena de Indias es el Concurso Nacional de Belleza que
se celebra en la ciudad desde el año 1934. La ganadora del concurso es la
encargada de representar al país en el certamen de Miss Universo; por el
momento, de las 68 ediciones que ha habido Colombia se ha presentado 58 veces,
ganando en dos ocasiones y quedando 6 veces en segunda posición. Todas ellas
han salido del Concurso Nacional de Belleza. En la plaza podemos ver quiénes
han sido las ganadoras de cada año.
Cartagena de Indias
El Palacio de la
Inquisición
Hubo una época en la que el reino
de España era el dueño de medio mundo; fue en aquellos tiempos cuando la
Iglesia Católica impuso su yugo con la Inquisición, una de las instituciones
más temidas de la historia de la Humanidad, y que más muertes injustas han
causado.
Cartagena de Indias, Palacio de la Inquisición
El peso de la Inquisición llegó
también al Nuevo Mundo como modo de control sobre los colonizadores y criollos,
librando a los indios de sus reglas: al ser considerados como aprendices de las
reglas del Catolicismo, se les dispensaba de su comportamiento hereje. El primer
tribunal en Colombia empezó en el año 1611, y es el edificio que tenemos
delante de nosotros; poco a poco se abrirían nuevos tribunales a lo largo de la
América Latina; brujería, homosexualidad, bigamia, la práctica de otras
religiones o la blasfemia serían algunos de los delitos penados.
Cartagena de Indias, Palacio de la Inquisición
Un grupo de frailes eran
encargados de investigar cada caso; para ser investigado hacía solamente falta
caerle mal a alguien y que depositara una carta en la ventana habilitada para
ello; la primera carta no solía derivar en una investigación; no ocurría lo
mismo con la segunda, donde ya los frailes perseguían a los acusados que, en
muchas ocasiones, terminaban confesando una falta que no habían cometido tras los
interrogatorios.
La ventana de la Denuncia en el Palacio de la Inquisición
En la actualidad el edificio es
un museo de objetos utilizados en los interrogatorios, y la parte superior
corresponde a la historia de la ciudad de Cartagena. Ojalá estas conductas no
se repitan y aprendamos del pasado.
La Plaza de Santo Domingo y la
Gorda Gertrudis
Gertrudis en Cartagena de Indias
Llegamos a una de las plazas más concurridas de toda Cartagena, la plaza de Santo Domingo; es aquí donde los turistas se amontonan pero no para entrar a la iglesia que da nombre a la plaza, sino para tocarle los senos a Gertrudis, la estatua en bronce que Botero, el escultor colombiano más famoso del país, donó en el año 2000 a los cartageneros. La famosa estatua de 650 kilos se encuentra siempre repleta de gente, ya que tocarle los senos asegura relaciones sexuales en el futuro, o eso dice la creencia popular. Además la presencia de bares, restaurantes y vendedores callejeros hacen de la plaza un lugar alegre y animado a todas horas del día.
Si nos animamos a visitar la iglesia debemos saber que estamos ante la más antigua de toda la ciudad; construida en el año 1552 su techo de paja quedó en cenizas tras un incendio; otra reconstrucción llevada a cabo tuvo problemas con los muros y soportales, hasta que los pudieron solucionar. En la actualidad es uno de los centros culturales más activos de la ciudad, a manos de la Agencia española de Cooperación Internacional.
La torre del reloj marca la entrada a la ciudad amurallada.
Historia de la ciudad
Cartagena
de Indias es una de esas ciudades que todos ponemos en nuestra lista de deseos en
alguna ocasión. La ciudad colonial de las Américas más bonita para muchos (y
también para nosotros) es un lugar donde la historia española y la local se
entremezclan, un espacio donde el tiempo parece haberse detenido y la presencia
de coches de caballos nos hacer perder el sentido de nuestra realidad. ¡Bienvenidos
a Cartagena!
Nuestro paso por Cartagena
Cartagena de Indias en Nochevieja
Llegamos a Cartagena un día 31 de diciembre, cuando la gente se amontona en las calles de la ciudad y la presencia de puestos callejeros domina la torre del reloj; el día de Nochevieja no es el más adecuado para visitar la ciudad, especialmente a la caída de la noche; decenas de colombianos alquilan sillas para sentarse durante la Nochevieja, la policía impide el paso por algunas calles ya cortadas… un verdadero caos. Los locales y restaurantes del centro ya están preparando la última cena del año.
Llegamos a Cartagena
Tendrá que pasar ese día para que la ciudad se muestre desnuda ante nosotros de tantos turistas, aunque no nos engañemos, los días en el paréntesis entre Navidad y el día de Reyes son vacaciones nacionales y miles de colombianos vienen a disfrutar de la ciudad.
La presencia de Gabo es una constante en Cartagena
Aun así, es imposible irse de Cartagena sin tener la sensación de que se ha visitado un lugar único, especial e irrepetible; el saber de películas como “El amor en los tiempos del cólera” nos acompañarán durante nuestros días en la costa caribeña, pero sobre todo en esta ciudad; la ciudad donde Gabriel García Márquez, conocido como Gabo en el país pasó tanto tiempo; la ciudad donde volvió una y otra vez incluso después de su exilio en México para visitar a su madre; la ciudad que tantos libros le inspiró. Es aquí donde descubrimos por qué un lugar puede crear tanta y tan buena literatura. Gabo estará con nosotros todos estos días de viaje.
Cartagena de Indias, Colombia
Historia de la
ciudad
Hablar
de la historia de Colombia es hablar de la historia de Cartagena de Indias, el
primer puerto creado en el país por los españoles, y lugar de numerosas
invasiones de piratas ávidos por conseguir los tesoros que la ciudad aguardaba.
Cartagena de Indias, Colombia
Historia de la
colonización de Cartagena de Indias.
Corría el año 1502 cuando Rodrigo de Bastidas llegaba a la costa caribeña de Colombia; el español navegó hasta Santo Domingo dejando atrás un conflicto personal y un duelo, así como su profesión como notario en Sevilla, donde estaba ubicado. Bastidas se embarcaría desde Santo Domingo, capital de la República Dominicana en la actualidad, en busca de nuevos puertos. A su llegada a la península de Baru, como él mismo la bautizó, se encontró con un territorio pantanoso habitado por la tribu de los Kalamari, un guerrero poblado indígena que daría muchos dolores de cabeza al nuevo conquistador.
Cartagena de Indias
Al contrario que otros indígenas que se habían sometido a la colonización española desde el principio; los kalamari no solo contaban con la experiencia de conocer el terreno, sino que también fabricaban unas flechas venenosas que enviaban a los colonizadores al otro mundo. Ante la imposibilidad de Bastidas de colonizar la península donde Cartagena se ubica hoy decidió partir hacia el este, donde Santa Marta sería otra plaza para su currículum.
Cartagena de Indias, Colombia
Mientras
tanto, Rodrigo pidió al cartógrafo Juan de la Cosa que le preparase un mapa de
la península, para así poderle mostrar el lugar a Isabel la Católica. La
monarca recibió el mapa e inmediatamente relacionó este lugar con otro más conocido
para ella: Cartagena, ésta en la costa de Levante.
Cartagena de Indias, Colombia
Pasaron los años y en el 1533 Pedro de Heredia se decidía a conquistar Cartagena a los kalamari, para así poder construir un puerto que ya por sus condiciones geográficas iba a ser ideal para los españoles del Nuevo Mundo. La isla de los Kalamari seguía presentando las mismas dificultades que antaño, por lo que Heredia decidió que había que cambiar de táctica para su conquista. En aquellos tiempos, Catalina era una indígena que había sido educada como una española en Santo Domingo, sin perder su origen, era la persona perfecta para introducirse en la tribu de los Kalamari y dar paso a los colonizadores. Así se hizo y así consiguieron entrar los españoles en la península, que empezaron a compartir con los nativos, aunque claro, no tardarían en hacerse los amos del lugar.
Monumento a Simón Bolívar en Cartagena de Indias
Poco a poco, el puerto de Cartagena cobraría importancia, no solo por su bahía natural y sus murallas, que lo protegían de los ataques piratas, sino también por su posición estratégica, cerca de Panamá, que entonces era una plaza española muy importante, como por ser el lugar de paso tanto de los tesoros incas que llegaban desde Perú, y que a través del istmo de Panamá atravesaban camino de España, como en años posteriores ser el lugar que recibía los esclavos africanos para introducirlos en las colonias.
Costa caribeña, Cartagena de Indias
Cartagena de Indias, Colombia
El
tráfico de esclavos en Cartagena de Indias.
Cartagena
de Indias tiene su parte más oscura, como todas las ciudades del mundo, y es el
rápido y próspero desarrollo en el tráfico de esclavos que tuvo en el siglo XVII,
cuando los portugueses recogían a los esclavos y éstos eran vendidos a la
colonia española de las Américas. Este comercio trajo un monopolio muy
importante para el desarrollo económico del Nuevo Mundo; los reyes españoles
habían prohibido terminantemente la esclavitud de los nativos de las tierras
conquistadas, pero quedaba una gran laguna con los esclavos africanos. Cartagena
llegó a ser incluso el centro oficial de comercio de esclavos, junto con la
ciudad de Veracruz en México.
San Pedro Claver fue un jesuita que se dedicó a curar a muchos de los esclavos que llegaban a la ciudad, y que por ser esclavos no tenían derecho a ser cuidados
Gracias
a estas actividades los cartaginenses consiguieron amasar grandes fortunas, que
dieron lugar a las enormes mansiones que podemos contemplar hoy. Este
desarrollo atrajo también a muchos piratas del Caribe, que pusieron a la ciudad
en vilo durante siglos.
El Portal de los dulces en Cartagena, todo un clásico.
Los
piratas y Cartagena de Indias
Corría
el siglo XVI y la prosperidad de la ciudad atraía a piratas y bandidos de todas
partes; la ciudad sufrió cinco asedios durante este tiempo, siendo el más
importante el que el pirata francés Robert Ball lanzó sobre la ciudad, ronbando
310 kilos de oro durante en el transcurso de un banquete al que asistía el gobernador.
John Hawkins y Francis Drake serían algunos de los que la atacarían a lo largo
del siglo.
Cartagena de Indias, Colombia
Los
ataques siguieron unos tras otro; el rey de Inglaterra George II enviaría una tropa
de 15.000 soldados para conquistar la ciudad en el año 1741; sin embargo, el
general Mariano Blas de Lezo conseguiría frenar el ataque. El General sería
llamado el “medio hombre” a partir de este momento, ya que en el ataque perdió
un brazo, una pierna y un ojo. Este ataque no sería el único; en años posteriores
la armada inglesa retornaría a Cartagena con 25.000 soldados y 186 barcos. Este
ataque también fue ganado por Blas de Lezo, costándole una pierna el combate
final. El general moriría poco después.
Cartagena de Indias
Construcción de las
murallas.
Puesta de sol en Cartagena
Tantos
asedios y batallas terminaron por convencer a la corona española de que lo
mejor era amurallar la ciudad. Las murallas protegerían a partir de entonces
sus tesoros y Cartagena pasó a ser una de las ciudades mejor protegidas del
mundo. Todavía hoy sus murallas imponen por su tamaño y su estado de
conservación. Una de las actividades imprescindibles es llegar hasta aquí para
ver la puesta de sol, como luego comentaremos.
Puesta de sol en Cartagena
La Ciudad Heroica
Cartagena de Indias fue la primera ciudad en declarar su independencia y conseguir su libertad de los españoles. En este punto inició Simón Bolívar la guerra de independencia en este punto, y fue el libertador el que la nombró ciudad heroica, por su iniciativa y valentía durante la campaña.
Parque de Bolívar, Cartagena de Indias
Museo de la Inquisición en Cartagena de Indias, Colombia
La Inquisición también llegaba hasta el Nuevo Mundo. Arriba podemos ver la ventana donde se depositaban las cartas acusadoras contra vecinos, enemigos, o cualquier persona que se quisiera condenar.
Cartagena de Indias
Aquella época pasó, y el la actualidad Cartagena es una ciudad vibrante y llena de vida, donde los días de vacaciones se alargan sin querer. En cada esquina, en cada barrio, es posible encontrar el pasado descrito mientras se pasea por sus calles… La próxima semana os hablaremos de qué visitar en la ciudad más bonita de America Latina.
Los taxis llevan taxímetro y son bastante fiables en todo el país: solo en Cartagena tuvimos problemas con uno que nos llevó desde el aeropuerto hasta Bocagrande, lugar al que nunca volveremos. En el resto de los lugares que visitamos los precios de lo que nos habían dicho que iba a costar coincidían incluso cuando no llevaban taxímetro.
Transporte entre Salento y Pereira
A fecha del 27 de diciembre del 2019, Uber era una realidad, aunque la compañía y el Gobierno colombiano estaban en disputas. Para ir de una ciudad a otra a la ida optamos por llamar a uno a través de la aplicación. El precio fue de 23 euros al cambio más 3,8 euros de peaje durante el camino
Datos prácticos Salento
Jeeps o Willys para
ir al Valle del Cocora y las plantaciones de café.
Los jeeps salen en
todo momento desde Salento desde las 6,30 de la mañana. El último vuelve a las
18 de la tarde a Salento. Van saliendo según se llenan. El problema suele ser
la vuelta, ya que no siempre regresan con la misma frecuencia que salen, y en
el eje cafetal terminamos subiendo a otro jeep que nos paró al grupito de 6
personas que habíamos estado en el cafetal.
El lugar de salida
de los jeeps es el cruce de la calle 3 con la carretera 3 (parece un
jeroglífico, pero no lo es); También es posible salir desde aquí para ir a
visitar Filandia.
Eje cafetero Colombia
Precios de trayectos
Valle del Cocora:
8000 pesos ida y vuelta
Precios para ir a las fincas de café: 6000 pesos ida y vuelta (se puede ir andando según la finca a la que decidas ir)
Autobús desde
Salento a Pereira de regreso.
Si se opta por el autobús solamente hay una opción, la compañía Alcalá Express: a pesar de que en la información que teníamos que los autobuses no eran muchos, una vez allí había muchos más autobuses de los que estaba previsto, y es que si hay más demanda de lo habitual ponen más servicio. El precio por trayecto es de 8.800 pesos, y es mejor pasarse antes de salir y reservar el billete.
Salento, datos prácticos
Restaurantes en Salento (Nota, este apartado está basado en nuestros gustos personales, que no tienen por qué coincidir con los tuyos)
Willy: el restaurante está
ubicado en la Plaza de Armas, con un mirador sobre el valle muy bonito. El
lugar es agradable, muy grande y concurrido para nuestro gusto, pero se está
bien; el personal muy servicial y atento, como todo el mundo el Colombia: la comida
no está mal.
Quindú: sin duda el restaurante
que más nos ha gustado en Salento y uno de los mejores de todo el viaje; aunque
no es de los más económicos, el lugar es espectacular, y la comida mucho más;
anotad también el 2×1 en algunos cócteles que hay de 15 a 19 pm.
El tejado de Salento. Aunque no
es un restaurante, es una cafetería muy agradable donde degustar un café, y
sobre todo, la tarta de chocolate, que es espectacular. En este lugar probamos
el ron de Caldas, que también nos ha gustado mucho.
Hotel el Jardín en Salento
Hoteles donde
pernoctamos
San Simon Hotel Boutique
Un hotel más que
correcto, con un personal amabilísimo. La habitación grande y espaciosa, de las
mejores de todo el viaje. El desayuno buffet también muy bueno.
Hotel El Jardin
Hotel cerca del
centro, pero a la suficiente distancia para no estar en medio de todo el jaleo
de gente y de restaurantes, el hotel tiene unas bonitas vistas y es precioso en
las zonas comunes. La habitación sin embargo no nos gustó demasiado, aunque era
correcta y estaba limpia.
Hotel Don Alfonso
El mejor hotel en el que hemos estado en el eje cafetero; el hotel es una antigua y preciosa hacienda con una decoración inmejorable y amplias habitaciones. La zona donde está ubicado también nos gustó mucho, ya que estaba llena de bares y restaurantes donde comer algo y salir a dar una vuelta.
Salento y visita a la Plantación de café El Recuerdo
Pueblos del Eje
Cafetero
Salento en Colombia
En el Eje Cafetero, Colombia
No te puedes ir sin
visitar alguno de los pueblos de esta área: los más bonitos son Salento y
Filandia: Salento está más explotado turísticamente y tiene mayor número de
visitantes; Filandia es más pequeño, más tranquilo y menos turístico. En ambos
puedes encontrar alojamiento, aunque la oferta en Salento es muy variada, te
recomendamos no ir en los días de Navidad y el Fin de Año, ya que son los días
de vacaciones anuales de los colombianos y lo vas a encontrar repleto de
turistas.
Salento, Colombia
Nuestra elección
pasó por alojarnos en Salento, y fue una elección en cuanto a poder
desplazarnos cómodamente en Willis a todos lados.
En el Eje Cafetero, Colombia
En el Eje Cafetero, Colombia
Visita una finca
cafetera.
Finca Cafetal El
Recuerdo
Finca El Recuerdo, Salento
Precio entrada:
15.000 pesos
No habíamos
decidido qué finca íbamos a visitar, y la verdad, la elección no pudo ser más
acertada; al llegar a los willys la chica de los tickets nos preguntó a qué
finca íbamos; así nos enteramos de que prácticamente eran seis las opciones;
dos muy grandes y más comerciales, dos menos comerciales de tamaño mediano, y
dos pequeñitas. Nos quedamos con las de tamaño mediano que no eran tan
comerciales, y entre ellas, decidimos El Recuerdo, quizás porque el nombre
sonaba mejor, quién sabe. El caso es que bajamos del Willy junto con 4 personas
más que también iban a la finca. Andrés nos recibió y empezamos enseguida la
visita; como había gente en el grupo que habíamos formado que no hablaba
español, la hicimos en inglés.
Finca El Recuerdo, Salento
La finca El
Recuerdo no es solo un cafetal, sino también una experiencia y un lugar donde
es posible conocer más sobre la flora de la región y las plantas autóctonas. La
visita empieza con la historia del café; son muchos los que piensan que el café
empezó a cultivarse en Colombia, cuando lo cierto es que tiene su origen en
Etiopía; de allí se exportó a Yemen, donde viajó a Holanda; Martinica, México,
Colombia, Venezuela y Brasil fueron sus siguientes destinos.
Finca el Recuerdo, Salento
Si nos centramos en
la zona colombiana, el éxito del café se debe en gran parte a los esclavos de
Antioquía. Estos fueron llegando al valle sin nada en sus bolsillos, y gracias
al cultivo del café pudieron tener sus tierras y algunos llegaron a hacerse
ricos. Es así como creció una clase media que no existía anteriormente en
Colombia.
En Colombia, al
contrario que en otros grandes productores a nivel mundial, todo se sigue
haciendo manualmente, debido a la orografía principalmente. En la actualidad
ellos principales productores de café son Vietnam, seguido de Brasil, y por
último Colombia.
Plantaciones de café
Las plantas del
café en Colombia dan frutos todo el año. Los frutos se separan manualmente.
Este es el método para podernos dar cuenta de cuándo el café está malo; hay
veces en que los granos tienen una mancha negra, ésta significa que dentro hay
un insecto; este tipo de granos no se separan para preparar café de menor
calidad.
Finca el Recuerdo, Salento
En la finca
encontramos muchos árboles altos que actúan como protección de los cafetales
para la lluvia, el sol y cualquier inclemencia del tiempo. En El Recuerdo no
existe solo una variedad de café, sino varias; esto provoca que el suelo sea
más fértil, y que haya más simbiosis entre los árboles y algunos insectos como
los pequeños angelitos, que son colmenas de abejas pequeñísimas sin aguijón;
también encontramos nidos de colibríes.
Finca El Recuerdo, Salento
Como curiosidad
descubrimos que una planta de café empieza a dar frutos al tercer año de su
plantación, y tiene una vida de 24 años aproximadamente.
Para todas las
construcciones se usa el Guadua, que es el bambú autóctono de Sudamérica y el
más fuerte de todos los tipos de bambú.
Nuestro guía Andrés
nos estuvo explicando todo esto al tiempo que íbamos recorriendo la plantación;
es curioso como visitar una plantación de café puede llevar a descubrir tantas
cosas entorno a este cultivo. Además de enseñarnos tanto sobre las plantas
autóctonas que crecen aquí, estamos en una zona de montaña preciosa, y antes de
terminar pasamos por un mirador donde nos detuvimos un rato.
Finca el Recuerdo, Salento
El edificio donde
se separan los granos del café y las viviendas de los trabajadores en la época
de recogida fueron nuestras últimas visitas a la plantación, antes de llegar al
área de descanso donde probamos el café.
Finca el Recuerdo, Salento
A la vuelta, y en
vista de que no llegaba ningún Willy en el que subir, terminamos en otro que
nos subió a los 6 y nos llevó hasta las afueras de Salento, mientras el
copiloto intentaba vendernos alguna otra excursión.
Cuando empezamos a
recopilar información para nuestro viaje descubrimos que todo el mundo hablaba
del eje cafetero, una zona que no nos habíamos planteado pero que al final ha
resultado ser de lo mejor de nuestro viaje.
Valle del Cocora
El eje cafetero
comprende un área del interior de Colombia donde no solo se cultiva la mayor
parte del café del país (también en la zona de Santa Marta existen productores
locales), sino también una serie de pueblos coloniales muy bonitos que parecen
sacados de una película.
Eje Cafetero en Colombia
En esta región,
dentro de la provincia de Quindío, se encuentra el Parque Nacional de los
Nevados, donde en el valle del Cocora podemos encontrar la Palma de cera de
Quindío, autóctona de esta región.
Valle del Cocora, Colombia
Valle del Cocora, Colombia
Valle del Cocora, Colombia
¿Por qué deberías
visitar el Eje Cafetero?
Razones para
visitar esta área no te faltan; son muchos los que llegan a Colombia y centran
el viaje en Cartagena de Indias, y eso es un error; no porque Cartagena no sea
bonita, que lo es, sino porque Colombia tiene muchas zonas más auténticas y
atractivas que ofrecer, y esta es una de ellas.
Valle del Cocora, Quindío
En primer lugar, en
el Valle del Cocora vas a disfrutar de una preciosa caminata que te permitirá
conocer y observar de primera mano muchas especies de plantas en peligro de
extinción; también la Palma de cera de Quindío que te he mencionado antes, es
un tipo de palma bastante peculiar, que solo crece en esta área y también en la
zona de Caldas. La palma de cera es bastante longeva, vive hasta 100 años, y es
la palma más alta del mundo, pudiendo alcanzar hasta 70 metros de altitud.
Valle del Cocora, Quindío
El nombre de Cocora procede de una princesa Quimbaya, y significa “estrella de agua”; son muchos los amantes de las aves que llegan hasta aquí solamente por ver algunas de las especies de colibrís que el parque alberga.
Valle del Cocora, Colombia
La ruta
Después de una
caminata de 5 horas (hay que añadir 1 hora si se visita también el área de los
colibrís, a nosotros ya nos sobraban), se puede decir que se ha visitado todo
el valle. Para nosotros fue una de las mejores partes del viaje, solo el Parque
Tayrona nos ha resultado más espectacular. A la llegada con el Willy hay que
empezar a caminar hacia la izquierda, y lo mejor es que se tome el camino que
sale a la derecha, a la altura de los restaurantes, así la ruta es más cómoda y
se disfruta más; si se toma al revés (para ello hay que seguir recto y no
torcer a la derecha), se tienen primero todas las cuestas del camino y luego
hay que bajar toda la zona de bosque. De un modo u otro, el valle del Cocora
merece una visita de un día en tu viaje al eje cafetal