Tailandia y sus gentes
Los viajes están formados de muchas vivencias distintas, algunas de las cuales son intercambiables y extrapolables a cualquiera de los viajes que realicemos. Una de las partes que más me gusta incluir en todos ellos, es el contacto con los locales; para mi interaccionar con la gente local es parte del encanto que encuentro en mis salidas; solamente ellos conocen el lugar donde viven, y donde yo llego como una intrusa, solo ellos proporcionan información vívida y real de cómo son sus tierras y cómo comportarse. De entre todos los viajes, de todas las gentes que he conocido, los tailandeses se han ganado un lugar en mi corazón desde hace tiempo.
No siempre es fácil entender la mentalidad tailandesa; de religión budista la mayoría, hallamos también muchos cristianos en las montañas del norte, donde misioneros cristianos llegaron con la ocupación inglesa a principios del siglo XX, y se establecieron por las regiones rurales. Su religión tienen también toques animistas dentro de las tribus especialmente. Sumamos todo esto y nos encontramos a gente pacífica, afable, que ríe muchas veces sin que sepamos si es que se están riendo de nosotros, de la situación o de algo que no tiene nada que ver con nosotros, pero que nos puede dejar un poco con la duda para el resto del día. Ni caso.
Tailandia y sus gentes, rose viaja
- En primer lugar, los tailandeses sonríen. Si, sonríen, a todos y a todo. Es casi imposible mirar a un tailandés dos segundos seguidos y que no te premie con una maravillosa sonrisa. Compruébalo y verás cuando vengas.
- Su carácter es afable, lo que les hace muy difícil entrar en una discusión, e incluso aclarar cualquier cosa cuando no te acaban de entender. Si les explicas cualquier cosa y no lo entienden, o no les cuadra, simplemente lanzarán una carcajada (y tú no sabrás que ha pasado). No te preocupes, tu tailandés o tailandesa no sabe cómo actuar y se ríe para compensar.
- Son muy hospitalarios, a los tailandeses no les caen los anillos por invitarse a su casa a comer o hacerte partícipe de su familia. Ellos son así.
- Les gusta mucho divertirse y pasar buenos momentos. Si no, ya lo verás.
- Al igual que en otros países, la gente del norte es muy diferente de la gente del sur. En el norte nos encontramos a gente más amable, mientras que el sur, más turístico, tiende a ser más individualista con los extranjeros.
- Los tailandeses hacen mucha vida en la calle; en cualquier sitio es posible ver gente paseando, comiendo, o simplemente hablando unos con otros. Las calles de Tailandia te van a enseñar mucho sobre su cultura y modo de vida.
Consejos si es la primera vez que vas a Tailandia
- Aunque siempre leo muchos posts advirtiendo de los taxistas, en Tailandia son mucho más honrados que en otros países: hay que regatear, por supuesto, pero siempre te devuelven el cambio, y saben dónde van (algo bastante importante). La carrera en tuk tuk estés donde estés es algo obligatorio si quieres disfrutar del país, así que no te quedará otra que confiar en la habilidad de tu conductor (que seguro que la tiene)
- Lo primero que te recomiendo es que te lleves tu sonrisa puesta y hagas alarde de ella, vayas donde vayas. Así conseguirás ya que el 50% de tu viaje sea inolvidable. Déjate llevar y aplicar la filosofía de la no prisa a tu viaje al tigre asiático. Déjate querer y que te sonrían constantemente.
- Se que es difícil, pero si no quieres morir en el intento adapta tu biorritmo al suyo. Aquí todo va pausado.
- Atrévete a realizar alguna de las excursiones a las montañas del norte, para disfrutar de la experiencia de dormir en un poblado. No te recomiendo la visita a las aldeas Karen donde las chicas sacrifican su salud para llevar infinitos anillos dorados y sacarse un dinero, aunque lógicamente es su modo de vida; hay otras aldeas donde se puede pernoctar, dejar dinero en la comunidad sin dañar a nadie ni tampoco ser parte de ningún proyecto no ético. Opta por esta alternativa.
La gastronomía tailandesa es uno de los puntos fuertes del país; si le unimos la gran cantidad de frutas tropicales que vas a encontrar, ya no regresas a casa…
- Haz que tu viaje sea algo de lo que te sientas orgulloso/a; no necesitas subir a un elefante, y menos en los campamentos donde colocan una silla metálica al animal, algo que les hace bastante daño; elige alternativas que te hagan sentir mejor y que ayuden realmente.
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