• Menu
  • Menu
Kuta, Bali

Llegada a Bali desde España.

Ya estamos en Bali!!!

Bali es sinónimo de paraíso y descanso. Y en efecto, tiene todos los ingredientes para poder pasar unos días alejados de nuestra realidad. En esta ocasión, elegimos Bali para pasar 5 noches alejados de nuestra patria, y debo decir, que pese a que han sido solamente 5 días, nos ha quedado el gusanillo de volver: no sabemos qué tiene esta isla, que todo el que la visita, quiere volver. También es verdad, que se merece más de 5 días, y no sólo eso, sino que  vale la pena que de verdad se aprovechen todos los encantos de la isla, que por falta de tiempo, no pudimos disfrutar. En esta ocasión, elegimos los vuelos de  Saudia con parada en Jedah, compañía que después de darle una segunda oportunidad (la primera fue para ir a Etiopía), hemos decidido tratar de evitar, ya que la comida es malísima, los asientos bastante incómodos, y como tengas que hacer parada larga en Jedah o Riad, lo llevas claro, porque los baños son infames y los lugares agradables donde pasar las horas entre vuelo y vuelo brillan por su ausencia. Pero volviendo a Bali, lo más curioso es que en cuanto pones un pie en la isla te invade una paz difícil de describir, no me preguntéis por qué. Lo cierto es que llegamos a nuestro hotel, el Pondok Sari Kuta, que aunque alojado de las zonas habituales de ocio, nos gustó mucho, y fue el mejor hotel del viaje en cuanto a precio-calidad (20 euros en booking la habitación doble, desayuno incluido). Por la noche, después de cenar, nos pudimos bañar en la piscina del hotel, y al día siguiente el desayuno fue más que correcto. Para desplazarnos hasta Ubud, teníamos claro que habría seguramente algún autobús que nos hubiese podido llevar, pero la falta de tiempo, hizo que optáramos por alquilar un coche con conductor en el mismo hotel, con muy buena experiencia. Cuando visitéis Balim tenéis que tener en cuenta que las distancias son muy largas, ya que las carreteras han quedado pequeñas para la gran cantidad de tráfico que tienen hoy en día, y el número de motos allí es infinito (todos usan moto… para todo… nadie va a pie). Así que calculad siempre más tiempo del que realmente sea necesario.

 

 

Rose

Cuando empecé a viajar, hacía ya mucho tiempo que quería hacerlo, pero no sabía cómo ni cuándo. Solamente un pequeño empujón hacia Laos, y mi destino estaba claro: mi vida era viajar… con el tiempo, me he dado cuenta de nada te aporta tanto, te enseña tanta humanidad y te otorga tanta comprensión, como el viajar. Cada viaje te acerca a una cultura y personas distintas, pero que al final, son tan humanos como tú. Los viajes son una lección de vida, así que cuando empieces, no volverás a ser la misma persona, no lo olvides…

View stories

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Instagram
WhatsApp