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Campo de Criptana, Alcázar de San Juan

Hoteles para desconectar en España.

 Alojamientos donde desconectar.

 

Muchas veces, nos viene en el último momento las ganas de escapar de la ciudad. Pero no sabemos dónde ir. Por ello, he tomado nota de algunos de los hoteles que más nos han gustado en los últimos años. Todos ellos, se encuentran en diferentes puntos de España. No solamente eso, sino que están en diferentes puntos de la Península. Lo más importante de estos hoteles, es que se puede descansar, si es lo que os apetece, o también ver cosas en la ciudad donde están ubicados o a su alrededor. Empecemos….

 

1. La Ribera del Duero y sus vinos.

Hotel Jardín de la Abadía, Arroyo de la Encomienda, Valladolid.

 

No siempre se tiene la suerte de dormir en una antigua abadía del Siglo XII, pero nosotros la tuvimos hace poco más de un año, cuando el azar nos trajo a la tierra de los vinos de Rueda. Allí, a escasos kilómetros de la capital de la región, Valladolid, y a unos pocos más de la llamada “Milla de Oro”, se encuentra el hotel Jardín de la Abadía, un pequeño hotel enclavado en la parte central de Arroyo de la Encomienda, con un ambiente encantador. Sus habitaciones, llenas de pinturas murales, ganaron muchos puntos desde el primer momento que llegamos. Ya luego, pudimos comprobar, el cuidado que se había puesto en los más mínimos detalles de la decoración de las habitaciones, así como de las zonas comunes. El desayuno, más que suficiente, y ya por cansancio, decidimos probar a cenar uno de los días de nuestra estancia… espectacular es la palabra. 

 

hotel Arroyo de la Encomienda, Valladolid
hotel Arroyo de la Encomienda, Valladolid

 

 

Desde el hotel, es posible visitar Valladolid, una de las ciudades más bonitas de nuestras tierras, visitar innumerables bodegas, o también Tordesillas, curioso pueblo que finalmente visitamos, y no nos defraudó.

 

2. Las playas de Cádiz y su entorno.

Hotel Los Helechos, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.

 

Los Helechos, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.
Los Helechos, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.

 

Sanlúcar de Barrameda es uno de esos lugares que llegas por casualidad, y del que luego no te quieres ir. No es solamente playa, como ocurre con otros pueblos quizás con mayor oferta hotelera, sino que tiene una parte antigua que te conquista nada más llegar. Pero vayamos por partes.

Llegamos al Hotel Los Helechos, después de dar unas vueltas con el coche por callejuelas que parecían no terminar jamás. Al llegar  donde se encuentra situado el hotel, nos encontramos con una casa señorial del siglo XIX; con un patio interior que refresca el ambiente de los meses de verano. En su azotea, una pequeña piscina te permite refrescarte si llegas en verano. Si no, seguro que subir por la noche a ver las estrellas con tu pareja hará que te vuelvas a enamorar…

Llegar a la playa es relativamente fácil: 15 minutos separan en línea recta el hotel de la playa y los chiringuitos, donde por poco dinero, podemos disfrutar del famoso pescadito frito andaluz y la cerveza Cruzcampo.

La playa? Salvaje, auténtica, no podía ser de otra manera.

Lo que más nos gustó: el centro de Sanlúcar; callejones peatonales llenos de gente animada, sonriente, con multitud de bares donde refrescar o donde simplemente sentarte a charlar con tus amigos. Además, en algunos de ellos es posible comprar Pedro Ximénez casero.

Sanlúcar es un lugar para relajarte, disfrutar y reir. No dudéis en visitar esta hermosa ciudad.

 

3. Dormir en un Monasterio del siglo XVI. en pleno centro de Santiago de Compostela.

 

Hotel San Martin Pinario.

Santiago de Compostela tiene esa magia que le dan sus miles de peregrinos a su llegada a la ciudad. Y si a ello le acompañas el estar alojada en un monasterio del siglo XVI, enfrente mismo de la catedral, la experiencia ya es única. Y en verdad, lo fue, porque Santiago de Compostela es una de las ciudades más bonitas de nuestra geografía para visitar, pero el monasterio es uno de los lugares más bonitos para pernoctar. Las habitaciones, no son excesivamente grandes (tenemos que tener en cuenta que estamos en un antiguo monasterio), pero tampoco hace falta, ya que el resto del edificio lo compensa por momentos. No os lo perdáis…. Ideal para desconectar…

 

 

San Martín Pinario, Santiago de Compostela
San Martín Pinario, Santiago de Compostela

 

 

4. Buscando a Don Quijote en un hotel con Spa.

Hotel Intur de Alcázar de San Juan.

Muchas veces, lo único que necesitamos en encontrarnos en un hotel, no demasiado lejos de casa, para poder sumergirnos en una piscina y desconectar. Eso fue lo que hicimos nosotros en nuestro fin de semana en Alcázar de San Juan, donde a una hora y poco de Madrid, pudimos disfrutar de un maravilloso hotel, con todas las comodidades, y también de una piscina y spa, que hicieron que volviésemos con las pilas recargadas al trabajo.

El hotel, se encuentra cerca del centro del pueblo. Un corto paseo, y se llega a la zona principal. Además de una cuidada decoración, nos encontramos con un personal atento, que intentó hacer nuestra estancia lo más agradable posible, y nos dio todas las orientaciones que necesitamos. También posee un spa, que nos permitió sumergirnos en sus aguas y desconectar. Todo un lujo.

Alcázar de San Juan tiene muchos lugares para tomar algo, y está a escasos kilómetros de los famosos molinos de Don Quijote. Campo de Criptana. Cerca de allí se encuentra el Toboso, pueblo famoso por encontrarse allí la casa de Dulcinea y el museo dedicado a Cervantes. Las dos visitas merecieron la pena: la casa de Dulcinea, es un caserón totalmente amueblado con muebles de la época. El museo cervantino, es un pequeño tesoro donde vamos a encontrar muchos de los ejemplares inéditos del famoso Don Quijote.

 

 

Hotel Intur Alcázar de San Juan
Hotel Intur Alcázar de San Juan

 

 

Campo de Criptana, Alcázar de San Juan
Campo de Criptana, Alcázar de San Juan

 

El Toboso, Casa de Dulcinea.
El Toboso, Casa de Dulcinea.

 

Como veis, si este año no hay posibilidad de volar lejos, dentro de nuestras fronteras también tenemos lugares maravillosos donde olvidarnos de los problemas y dedicarnos a nosotros mismos. Tan solo se trata de relajarnos, poner el modo «finde», y desconectar….

 

 

Rose

Cuando empecé a viajar, hacía ya mucho tiempo que quería hacerlo, pero no sabía cómo ni cuándo. Solamente un pequeño empujón hacia Laos, y mi destino estaba claro: mi vida era viajar… con el tiempo, me he dado cuenta de nada te aporta tanto, te enseña tanta humanidad y te otorga tanta comprensión, como el viajar. Cada viaje te acerca a una cultura y personas distintas, pero que al final, son tan humanos como tú. Los viajes son una lección de vida, así que cuando empieces, no volverás a ser la misma persona, no lo olvides…

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