• Menu
  • Menu
Campos de Criptana

Alcázar de San Juan… un lugar de la Mancha cerquita de Madrid.

 
 
 
 
Alcázar de San Juan. Muchas veces, buscamos lugares donde perdernos, y nos queremos perder tanto, que terminamos a cientos de kilómetros de nuestras casas, perdiendo la mayor parte de nuestro tiempo en el trayecto. Si hay una escapada que merezca la pena, tanto por la escasa distancia de Madrid, como por lo que allí nos encontramos, ése es Alcázar de San Juan. Los amantes de nuestra historia, se van a encontrar con numerosos molinos de viento en el cercano Campo de Criptana, donde también podrán encontrar los más folclóricos el museo dedicado a su personaje más famoso, Sara Montiel. Ya en El Toboso, nos remontaremos a siglos anteriores, al visitar el Museo Cervantino, que alberga multitud de copias del famoso libro del caballero más valiente de la historia española, y donde podremos colaborar, con nuestra escritura, a reescribir la edición que desde allí se está creando para su aniversario.
 


 
Después de esta visita, es obligado visitar la casa donde vivió Dulcinea del Toboso, y donde nos contarán un poco de su historia, ya que si bien no fue un personaje real, sí que fue una bella doncella que vivió con su hermano en la casa en cuestión, y que seguramente, coincidió con Miguel de Cervantes en alguna ocasión. No solamente por la historia, sino por las características y mobiliario de la casa, merece la pena acercarse, ya que representa una réplica más que real de una casa del siglo XVI.
 
Alcázar de San Juan y sus alrededores, además de ofrecer buenos hoteles y sitios que ver, también tiene una extensa carta de vinos, con una gastronomía variada, y precios sorprendentemente bajos. Ya me contaréis. Destacar un restaurante que vimos recomendado en Tripadvisor, y que resultó todo un acierto: Las Cancelas. Las pizzas impresionantes. Si no, en la plaza de Alcázar podéis encontrar muchos sitios donde tapear y comer a muy buen precio… y con buenos vinos…

 

Rose

Cuando empecé a viajar, hacía ya mucho tiempo que quería hacerlo, pero no sabía cómo ni cuándo. Solamente un pequeño empujón hacia Laos, y mi destino estaba claro: mi vida era viajar… con el tiempo, me he dado cuenta de nada te aporta tanto, te enseña tanta humanidad y te otorga tanta comprensión, como el viajar. Cada viaje te acerca a una cultura y personas distintas, pero que al final, son tan humanos como tú. Los viajes son una lección de vida, así que cuando empieces, no volverás a ser la misma persona, no lo olvides…

View stories

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Instagram
WhatsApp